El Baskonia consigue su sexta copa
Mickeal imprime al «carácter Baskonia» el estatus de ganador
En el día de su 31 cumpleaños, Pete Mickeal encarnó como nadie ese tan recurrente «carácter Baskonia» que en los últimos meses ha dado el enorme paso de aspirante a ganador. En un partido épico, prórroga incluida, el alero estadounidense, rescatado para la alta competición de Corea en otro acierto mayúsculo del club, se echó al equipo a la espalda en ausencia de Rakocevic y Splitter y guió a los vascos a la sexta Copa, con ocho puntos y un tapón salvador.
UNICAJA MÁLAGA 98
TAU BASKONIA 100
Jon ORMAZABAL | GASTEIZ
A base de llevarse golpes y de aprender de ellos, el Baskonia ha sabido curtirse un carácter que lo ha llevado a ser, hoy por hoy, uno de los equipos más sólidos, regulares y fiables del continente. Sin perder la identidad en ningún momento, a base de jugar finales y partidos igualados, el equipo gasteiztarra ha ido madurando una máquina que ya no se gripa en los momentos calientes -a pesar de los dos tiros libres fallados por Vidal que pudieron evitar la prórroga-, aguantando el papel de claro favorito que todos le otorgaban. Hubo que sufrir quizá más de lo recomendable, pero la forma en la que el equipo supo sobreponerse a la multitud de obstáculos impuestos por un bravo Unicaja lo reafirma en la idea que lo ha llevado a la elite del basket continental.
Atrás han quedado los tiempos aquellos de Praga o Atenas, en los que desconectar la conexión Scola-Prigioni, aún siendo muy brillante, era suficiente para cortocircuitar el ataque azulgrana. En esta Copa el protagonismo ha estado repartido cada momento en un jugador distinto, -de hecho en la final de ayer hasta cinco jugadores superaron la docena de puntos y el MVP de Teletovic hubiera sido para Mickeal en caso de que la votación se hubiera hecho un poco más tarde- y ese abanico de posibilidades más amplio que el de Unicaja fue el que le dio su sexta Copa.
Dificultad extrema
Como sucede en casi todos los partidos de esta índole, el Baskonia no pudo sentirse cómodo en ningún momento del partido debido a que Aíto García Reneses tiró de su libro mágico y se las ingenió para frenar a las dos principales referencias ofensivas baskonistas; un Rakocevic que había pasado una mala noche por problemas intestinales y un Splitter que no conseguía ni recibir balón. Unicaja presentó un partido muy rápido y dinámico en el que consiguió ahogar a Prigioni, frenar en seco a un Rakocevic que suele salirse ante los malagueños y parar a Splitter con un muy sobrio Archibald que además tenía ayudas dobles y hasta triples.
La titularidad de Cabezas fue el arma sicológica empleada por Aíto en su quinteto inicial, que comenzó avasallando de la mano de Haislip y de Welsch, gracias en gran parte a las seis pérdidas que provocaron en un Baskonia que, muy acelerado, no encontraba su sitio en la pista. El preocupante 11-3 fue cortado por Ivanovic con un tiempo muerto y la salida a cancha de Sergi Vidal que, desde la defensa y sus penetraciones, ejerció de revulsivo para dar una mínima ventaja (17-18 min.10).
Sin embargo, la tripleta formada por Ndong, Archibald y Haislip, bien acompañados por Carlos Jiménez, seguía siendo demasiado superior en la pintura, tanto en rebotes como en una defensa en la que impedían a Splitter recibir cerca del aro y el Baskonia vivió de los triples imposibles de Mirza Teletovic. El bosnio, que ha renovado por cinco temporadas con el Baskonia, fue el verdadero protagonista de este segundo cuarto, ya que sus cuatro canastas desde 6,25 sirvieron para desmontar la zona 3-2 diseñada por Aíto.
Fue precisamente la falta de ese acierto exterior el que impidió que Unicaja, con 20 puntos de su tripleta interior en la primera parte, pudiera haber abierto brecha en el marcador y la renta al descanso fue mínima.
El Tau intenta hacer hueco
Como ha venido haciendo durante toda la Copa, el Baskonia trató de dar el estirón tras el descanso, aprovechando que Sergi Vidal seguía rompiendo cinturas malacitanas y que Splitter, y sobre todo Rakocevic, no querían dejar pasar la oportunidad de dejar su selló también en la final. El Tau consiguió seis puntos de renta, pero el daño que le volvió a hacer la zona y la superioridad verde bajo los aros mantenía en partido a un pegajoso Unicaja.
El golpe definitivo pareció llegar a falta de cinco minutos para la conclusión del tiempo reglamentario, en una jugada en la que Teletovic volvía a acertar desde el exterior y Rakocevic no desperdició los dos tiros libre que le llegaron por una falta recibida en el bloqueo para el tiro de su compañero. En un partido de ventajas tan cortas, los siete puntos adquiridos parecían suficientes y la, otra vez, sensacional afición azulgrana, así parecía entenderlo.
Colocar a Gomis de base fue el último recurso que probó Aíto y la fórmula le resultó fenomenal, ya que el jugador francés asumió la responsabilidad y consiguió empatar a 95 tras un campo atrás de Rakocevic. No obstante, dos puntos del serbio desde la línea de personal y el fallo del adicional de Gomis dieron a Sergi Vidal la opción de sentenciar desde los tiros libres, pero el badalonés escogió el peor momento para fallar y hubo que recurrir a la prórroga.
Sin Rakocevic ni Splitter por faltas, el Baskonia necesitaba un líder y ahí emergió la figura de un Mickeal imparable.
Aunque de haberse hecho las votaciones al término de la prórroga el elegido hubiera sido Pete Mickael, Mirza Teletovic celebró su renovación hasta 2014 por el Baskonia con el galardón de MVP de la final gracias a sus 20 puntos c0n seis triples.
El capitán, que pudo haber evitado la prórroga con dos tiros libres, es el jugador en activo con más Copas en su palmarés. Al margen de ese lapsus desde la línea de personal, el badalonés ha cuajado un fantástico campeonato.
Teniendo que afrontar un importante partido de Euroliga el miércoles en Milán, el club no quiso organizar ningún acto de celebración hoy en la Virgen Blanca. La expedición volvió ayer mismo a Gasteiz tras cenar en Madrid.
Siendo tan poco dado a repartir elogios entre sus jugadores, especialmente tras las buenas victorias, quizá sorprendió un poco escuchar a Dusko Ivanovic alabar la actitud de sus jugadores hasta el punto de señalar que, incluso perdiendo, hubiese terminado la Copa satisfecho. «Ha sido un partido dramático, el Unicaja ha podido ganar, pero creo que merecemos el título. Antes de salir les dije a los jugadores: «Disfrutad sufriendo». Estábamos preparados para jugar tres partidos muy cerrados. Nunca di el partido por perdido», manifestó el técnico del equipo baskonista, que miró a la Copa, a escasos centímetros de él en sala de prensa y dijo: «Ahora sí la puedo tocar».
Con el aval de su cuarto título de Copa desde los banquillos, tres con el Baskonia y una con el Barcelona, el entrenador montenegrino reivindicó el modelo de club del equipo gasteiztarra, donde está pudiendo trabajar con total libertad y de la manera que más le convence. «Estoy contento porque he vuelto al Tau, un club que me gusta, donde puedo trabajar con libertad y con gente que me gusta. Además contamos con una afición que es la que más colorido da al torneo y que lo vive de una manera muy especial. Ya he hablado estos días mucho de ellos y al final no encuentro palabras para explicarlo. Es una afición fiel a este club, que entiende de baloncesto y que siempre está con el equipo, ganando y perdiendo, y esto la hace grande. Podíamos perder esto, pero estaría contento», señaló.
Tampoco es muy dado Ivanovic a alabar actuaciones individuales, pero ayer tuvo palabras de elogio para Pete Mickeal, jugador clave en el triunfo de su equipo. «Cuando se gana un título y cuando hace acciones como las que ha hecho Mickeal es muy importante. Ha jugado muy bien, porque en momentos decisivos siempre o casi siempre acierta».
El momento más emotivo de la celebración del título azulgrana fue probablemente la dedicatoria realizada por Tiago Splitter, que recientemente perdió a su hermana con tan sólo 18 años. «Quiero dedicar este título a mi familia por todo lo que hemos pasado en estas últimas semanas. También quiero felicitar a Pete Mickeal porque se ha echado el equipo a las espaldas en el momento importante», declaró el pívot brasileño del Baskonia.
Desde la final de liga de la temporada 2007-08, que disputaron el Real Madrid y el FC Barcelona, el equipo gasteiztarra no ha faltado a ninguna final de la ACB. En ese intervalo ha ganado una Liga ACB, una Copa y dos Supercopas.