Retrato subjetivo | Aralar
La izquierda abertzale a la que los ilegalizadores ponen como ejemplo
Si la encuesta que ayer publicaba «Público» acertara y Aralar obtuviera 6 escaños, a los dirigentes del partido les iba a dar un soponcio, pero también habría que mandar ambulancias medicalizadas a muchas más sedes y a donde aquellos que no tienen sedes.
Iñaki IRIONDO
Aralar cotiza al alza en las encuestas y, sin llegar a esos extremos, la mayoría de los sondeos le pronostican dos escaños por Gipuzkoa, que serían más fruto de la ilegalización que de haber duplicado su apoyo electoral. Por lo que sus propios dirigentes van contando, ésta podría ser una aproximación certera a los cálculos que también se hacen de puertas para adentro. Según dicen, alcanzar el representante en Bizkaia no entra dentro de sus planes y el de Araba también está lejos, aunque haya quien sueñe con él.
Aralar llega a estos comicios presentándose de nuevo en solitario, después de experimentar en otras convocatorias diferentes alianzas con Zutik o Ezker Batua. A su favor tiene en esta ocasión que su parlamentaria Aintzane Ezenarro es una buena comunicadora y se maneja bien en los debates, además de tener una demostrada habilidad en la venta de su producto.
En una reciente entrevista, Ezenarro afirmaba que Aralar, en su labor parlamentaria, se preocupa de los problemas del día a día y no está todo el rato a vueltas con la vertiente «antirrepresiva» como hace lo que ella llama la «izquierda abertzale tradicional». Y como su entrevistador no ha pisado el Parlamento de Gasteiz, se quedó tan tranquilo. Nadie pondrá en duda la labor que Aralar ha hecho en la Cámara, pero es preciso aclarar que ha presentado 156 iniciativas, mientras que Ezker Abertzalea firmó 239 interesándose por las cuestiones más variopintas, la mayoría de ellas nada «antirrepresivas».
Caladeros y redes
Lo que también resulta un dato objetivo es que Aralar se ha constituido en la izquierda abertzale que Madrid y los defensores de la ilegalización ponen como ejemplo. Algo de eso le pasó también en su día a Euskadiko Ezkerra. En cualquier caso, llama la atención que mientras Aralar se lleva los halagos como «izquierda abertzale buena» y opción de futuro, el Gobierno español y el PSOE, a la hora de negociar, opten por la izquierda abertzale oficial, tradicional o como se le quiera llamar; en resumen, «la mala».
En sus últimas intervenciones electorales, Aralar ha empezado a cortejar abiertamente el voto de D3M, aunque concentre su publicidad en los periódicos más próximos al PNV. Difícilmente encontrará votantes de abertzales de izquierdas entre los compradores de «Deia» y, sin embargo, con lo cara que está la publicidad, allí se pueden encontrar muchos de sus anuncios. Esto hace sospechar a algunos que Aralar esté tentando a algunos decepcionados por Ibarretxe, el líder que más le gusta a Aintzane Ezenarro de entre los que no son de su partido. En cualquier caso, ha de quedar constancia de que Dani Maeztu ha negado que estén intentando pescar en ese caladero. Otros, por ejemplo desde EA (versión interesada -claro está- aunque con datos objetivos), consideran que, en realidad, es Aralar quien ha caído en las redes jeltzales.