Se acerca la hora de la cita electoral y los nervios empiezan a pasar factura a algunos. A los que ven cómo se les puede escurrir el trasero del sillón y también a los que sueñan con sentarse en tan cómodo trono.

Ayer el editorialista de «Deia» se mostraba inquieto porque, constataba, «por primera vez PP y PSE, con la ayuda de UPyD de Rosa Díez, pueden lograr la mayoría absoluta en el Parlamento». Se entienden los nervios.

Lo curioso es el argumento que sigue: «Es, sin duda, la consecuencia de dejar fuera del sistema parlamentario a la izquierda abertzale. EHAK, actual depositaria de esos votos, ha contado con nueve parlamentarios y ahora esos escaños se repartirán entre el resto de partidos». Servidora pensaba que la consecuencia del apartheid es que el 1 de marzo saldrá elegido un Parlamento que no representa a la voluntad popular, pero eso no es lo importante para el escribiente de «Deia». Lo importante es que al PNV le pueden desalojar de Ajuria Enea. ¡Qué cosas!

Como ahora de lo que se trata es de hacer política en base a las encuestas, el articulista se aferra a un dato extraído del sondeo encargado ex profeso por «Deia» y nos asegura que «sólo un 6% de los ciudadanos vascos aprobaría un gobierno de socialistas y populares, incluso aunque tuvieran mayoría absoluta en la Cámara». Suena rarísimo, ¿verdad? Pues el de «Deia» nos lo explica de forma un tanto rocambolesca: «Es significativo que entre los votantes socialistas la gran mayoría rechace este posible acuerdo para formar gobierno, sólo los votantes del PP apoyan un frente españolista para desbancar a Ibarretxe». Pues, qué quieren que les diga. Yo no me lo creo.

Tampoco lo debe de tener tan claro el encargado de fijar la línea editorial del rotativo jeltzale que, en su afán por tranquilizar el ánimo de sus gentes, sube el tono del escrito: «Es por ello de la máxima importancia que Patxi López exponga bien claro qué quiere hacer el 2 de marzo. Tiene toda la legitimidad para presentar su candidatura a lehendakari (...). Pero la sociedad vasca debe saber si aceptará los votos frentistas que a buen seguro le donará, incluso a cambio de nada, el PP». Está bien, pero también sería interesante que Urkullu nos dijera si su apuesta es, en última instancia, repetir gobierno con el PSOE. Ibarretxe dice que no, pero...