Euskal Herria necesita el cambio, el cambio político y social. Un cambio que pasa por la superación del actual marco jurídico-político que niega el derecho a decidir de Euskal Herria, y por el establecimiento de uno realmente democrático, que abra las puertas a la independencia, así como a la posibilidad de construir un modelo social y económico alternativo al neoliberalismo». Así es como comienza el díptico que Demokrazia Hiru Milioi está haciendo llegar, junto a las denominadas «papeletas de oro», a todos los hogares de Gipuzkoa, Bizkaia y Araba, pese a los obstáculos evidentes y tangibles que acarrea la ilegalización de una candidatura política en Euskal Herria, con la consiguiente persecución policial.

También en esta ocasión, la Ertzaintza es protagonista a la hora de ejercer la represión contra la izquierda abertzale, superando marcas de anteriores campañas: en esta edición, la Policía autonómica ha detenido incluso a ciudadanos vascos que colocan carteles o reparten papeletas electorales de D3M. El viernes fueron dos los arrestados en Portugalete por pegar carteles que pedían el voto para la plataforma de la izquierda abertzale. Y ayer, en Laudio, identificaron a dos personas por lo mismo.

Desde que en las municipales de 2003 en Euskal Herria se instauró el «apartheid» político, las distintas policías españolas han escrito capítulos represivos de todo tipo: desde la persecución de la papeleta «rebelde» portal a portal hasta imputaciones arbitrarias contra simpatizantes independentistas que han desembocado en cuantiosas multas económicas y hasta juicios en distintos tribunales. En este apartado también se incluyen las actuaciones judiciales contra las denuncias políticas de la ilegalización que han salpicado los actos de partidos como el PSE, el PNV o el PP en esta campaña.

Sin ir más lejos, ayer mismo, en Eibar, cerca de ochenta personas protestaron en el exterior del coliseo del municipio armero, donde el PNV llevó a cabo su principal acto electoral. Quienes intentaron acceder al mitin fueron inmeditamente paralizados por la Ertzaintza, a la vez que identificados. Otros tres lo fueron de nuevo cuando, al finalizar el acto, intentaron llevar la denuncia a los propios candidatos jeltzales. La Policía autonómica, según denunciaron, volvió a emplear la fuerza.

Web, correos, power points...

La mayor particularidad represiva de esta campaña la constituye, sin embargo, el incremento de los controles de carretera colocados por la Policía autonómica, incluso en céntricas calles de pueblos y capitales, y que aumenta el riesgo de «caza de la papeleta» que inmediatamente se traduce en una imputación de falta o delito electoral.

Sin embargo, toda esta persecución no ha impedido que las «papeletas de oro» continúen llenando los buzones de miles y miles familias guipuzcoanas, vizcainas y alavesas.

Ante las adversidades, la imaginación ha dado paso a nuevas fórmulas que, como está sucediendo, son reforzadas por las modernas tecnologías. En esta ocasión, Internet ha sido la principal encargada de repartir miles de papeletas de Demokrazia Hiru Milioi, de un modo imposible de cercenar. Así lo demuestra la continuidad de la página web de D3M (www.demokrazia3m.com), pese al intento del juez Baltasar Garzón de bloquearla a través de la suspensión de actividades ordenada hace hoy una semana.

Y, aunque la medida se hubiera ejecutado, los correos electrónicos siguen expandiendo los votos de la izquierda abertzale como un «virus», infectando miles de e-mail con la exigencia de democracia para Euskal Herria. El discurso de este sector al que se intenta silenciar también se ha hecho presente estos días con fórmulas como la difusión de power points, que se combinan con las tradicionales pegadas de carteles, el reparto mano a mano de información o las caravanas de coches.

En muchas localidades -Donibane Pasaia es un ejemplo-, los mensajes de D3M en las paredes superan con creces a los del resto de formaciones que sí pueden competir en las urnas de modo oficial.

Sin un euro

Todo ello se produce sin contar con un euro de las arcas públicas, a las que también los vascos y vascas «contaminados» contribuyen con sus impuestos. La izquierda abertzale está pagando «a escote» la campaña electoral, gracias a la aportación económica o al trabajo solidario de miles de personas anónimas.

Para que en estos días miles de casas puedan estar recibiendo los votos de Demokrazia Hiru Milioi, otras tantas personas han tenido que pasar horas y horas confeccio- nándolas, sorteando los evidentes obstáculos represivos de las distintas policías que operan en los tres herrialdes.

El resultado de todo ello se comprobará el domingo. La izquierda abertzale ya se prepara para el día después. Ayer por la tarde, sin ir más lejos, cientos de personas participaron en el acto político que la izquierda abertzale llevó a cabo en la plaza de Oiartzun, subrayando que su exclusión no propiciará ni producirá cambios políticos de calado en el país. No obstante, la izquierda abertzale hizo hincapié en que a partir del 1 de marzo «lo que está en juego, es la definición de un nuevo ciclo político».