Una raya roja, negativo; dos rayas, positivo. A partir del próximo lunes, farmacéuticos de una veintena de boticas de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa tendrán que enfrentarse al modo en el que comunicar o no un `positivo' en el siempre temido virus del VIH. «Estamos acostumbrados a escuchar, a informar, no tanto a dar resultados tan potentes, pero tenemos mucha experiencia de mostrador», responde Isabel Mozas, responsable de una de las dos farmacias gasteiztarras que se han sumado a esta iniciativa, asegura Osakidetza, pionera en Europa.

Hasta la fecha, las asociaciones que trabajan en el ámbito del sida y puntos sanitarios de información de enfermedades de transmisión sexual eran los encargados de hacer este tipo de pruebas. La comisión antisida de Araba, por ejemplo, realizó unos 600 tests el año pasado, de los que cinco dieron positivos.

Total anonimato

El Departamento de Sanidad de Lakua ha decidido que también las farmacias, de acceso cercano a la gente, se sumen a esta oferta. Tan sólo bastará una gota de sangre del dedo índice, pagar cinco euros y en quince minutos se sabrá el resultado. «Durante ese tiempo, podemos analizar un poco a la persona para saber cómo puede comportarse en caso de un positivo, cómo se lo puede tomar, ya que tendremos también que aconsejarle luego a dónde dirigirse o pedir ayuda», aclara Isabel Mozas.

El anonimato será total, aunque esta farmacéutica reconoce que la gente pueda ir a una farmacia alejada de su lugar de residencia. En cualquier caso, sí advierte de que la prueba debe hacerse al menos tres meses después de haber tenido prácticas de riesgo, ya que si no, el posible negativo no será efectivo al cien por cien; el positivo también deberá ser ratificado.