Olaso
Gravedad
Algo grave sucede, sin duda, en un partido que se dice nacionalista y vasco cuando el que pasa por ser máximo responsable del GAL se deshace en halagos hacia quien ha sido su máximo dirigente hasta ayer. El abrazo del oso sirve, tal vez, para recordar los silencios cómplices, los encubrimientos de aquellos días. Cuando iban de la mano. ¿Volverán por donde solían?