El PNV está en campaña electoral y se presenta como el mejor y más experto gestor, que según Erkoreka, sabe «sacar tajada a Madrid», en vez de reivindicarle la propiedad de la vaca. El balance de su actuación en las instituciones desde la transacción, que no-transición, porque lo que hizo fue poner su precio de gestor a su colaboración en la «domesticación» de Euskal Herria, es conocido aunque lo maquillen: la mayor concentración de riqueza de la UE, el menor gasto del PIB en protección social, precios de las viviendas sólo superadas por Londres y París, el que más porcentaje de superficie de territorio ha encementado de Europa en los últimos 15 años, el que más ha utilizado su Policía para silenciar la disidencia política, y gestiona el país con más presos políticos de Europa.

Pero la reflexión que quiero compartir es otra: es mi gran preocupación por lo que está ahí, en los primeros presupuestos que tenga que elaborar el nuevo gobierno, sea de las siglas que sea.

Se oculta que Euskal Herria la tenemos en alquiler. Cada año pagamos un 7,84% por todos los gastos del Estado en competencias que no tenemos transferidas (Cupo del 6,24% la CAPV y 1,6% Nafarroa). Y este pago hay que realizarlo, como el de la hipoteca, sean cual sean nuestros ingresos y nuestros propios gastos. El Cupo es de Riesgo Unilateral, es decir pagamos a Madrid, sean cuales sean nuestros recursos y con lo que quede atendemos a las necesidades de nuestra familia y nuestra casa.

Si somos conscientes, nos daremos cuenta que Madrid está disparando su nivel de endeudamiento para mantener la banca, para pagar EREs, para emitir Deuda Publica, para desempleo, pensiones anticipadas, reforzar los gastos de Interior para hacer frente a posibles revueltas sociales, modernizar el ejercito, 10.000 km de TAV. Todo ello son competencias no asumidas, CNA, y de todo vamos a pagar el 7,84%.

Más de la mitad de los presupuestos generales del Estado son ya CNA. Y en breve van a superar el 60%, pagar todo esto cuando ya en 2008 la recaudación fiscal de Euskal Herria ha caído y en 2009, por primera vez se han presupuestado menos ingresos que en el año anterior, deja sin recursos a nuestras Haciendas para atender al gasto propio, y el de nuestros Ayuntamientos.

Si, encima, el PNV no ve más necesidades de gasto con construir un nuevo Guggenheim, un circuito de Formula 1 en Gasteiz, el TAV y superpuertos innecesarios, ¿qué dinero quedará para hacer frente a las consecuencias de la crisis económica?

La crisis todavía no ha tocado fondo y va a durar más de lo que quieren admitir, con parados agotado el paro, con desahucios masivos, con servicios médicos colapsados, con pensionistas ya exhaustos de hacer de colchón familiar, con una población en general super-endeudada por acceder al derecho de alojamiento, ... no es ciencia-ficción de terror, es la realidad que esta detrás de la puerta y que repartiendo promesas unos y rosas otros tratan de conjurar.

Pero no existen conjuros que la volatilicen, sólo una nueva forma de gobierno social que profundice en la soberanía haciendo posible una nueva correlación de fuerzas podrá poner las bases del nuevo modelo económico que Euskal Herria necesita, porque lo que está en crisis no es sólo nuestra economía, es nuestra utilización de los recursos naturales, nuestro uso comercializado del tiempo, nuestra utilización de las mujeres, los inmigrantes, los niños y jóvenes como simples elementos de mercado.

Estamos en crisis nosotras como personas, las enfermedades psíquicas (estrés, depresión, ansiedad..) sólo son la consecuencia del gran desequilibrio que nos rodea.

Frente a esto, desde la izquierda hoy ilegalizada siempre se ha trabajado por demostrar que Euskal Herria es viable económicamente, si se poseyesen los instrumentos de soberanía económica hoy en manos de Madrid y no reivindicados, por el contrario acatados, por los actuales gestores de lo público. La territorialidad es otra pieza clave, porque el territorio y sus habitantes, no son sólo un marco de la economía, sino un recurso económico en sí mismo.

El proceso de emancipación económica en Euskal Herria encierra verdaderas potencialidades pero necesita como punto de partida previo volver a plantear el consenso de clase en la profundización real y reforzamiento de la democracia en lo político y en lo económico. Y esto no esta en los programas políticos de los que optan a repartirse el poder.

Ibarretxe, López y actores menores se empeñan en hacernos creer que sólo somos bellotas y que nuestra mayor felicidad sería convertirnos en bellotas más gordas y relucientes bajo su gestión. Pero esas bellotas sólo interesan a los cerdos. Nuestra historia nos brinda el conocimiento de algo mucho mejor: que podemos convertirnos en robles.

Dicen que mi voto de oro no valdrá, que será como enterrarlo, pero ahí radica su valor, en enterrar la pequeña bellota, para que regada con nuestro trabajo diario acabe convertida en roble. Con el mío y el tuyo, podemos convertir Euskal Herria en una avenida de robles.