Vecinos de Leioa comparecieron ayer junto a representantes del movimiento pro amnistía para valorar la prohibición del acto que el pasado domingo pretendía recordar a su convecino Eugenio Gutiérrez, Tigre, en el 25 aniversario de su muerte a manos de los GAL. El acto fue prohibido por la Audiencia Nacional española e impedido por la Ertzaintza, aunque en su lugar se realizó una manifestación en la que se denunció la guerra sucia contra Euskal Herria.

En la comparecencia, celebrada en la plaza Tigre y presidida por un retrato del fallecido militante vasco, quienes tomaron la palabra denunciaron que prohibiciones como la del domingo, así como otras actuaciones como la de cambiar los nombres a las calles y plazas dedicadas a militantes muertos por la represión, no pretenden sino «borrar la memoria de la represión». Ante esta pretensión, sin embargo, opusieron la necesidad de hacer memoria y de «reconocer políticamente a todos los represaliados», algo que, a su juicio, cobra una gran importancia en la lucha contra la represión que sufre este país.

En este sentido, hicieron un llamamiento a la sociedad vasca para que «siga luchando contra la represión para acabar con las imposiciones, las prohibiciones y la impunidad» y para que, «de una vez por todas», este país alcance un escenario de democracia. En este sentido, y reparando al contexto electoral en el que nos encontramos, señalaron que «este próximo domingo -día de las elecciones autonómicas en la CAV- tenemos una oportunidad de oro» para llevar a cabo esa lucha «llenando las urnas con votos de oro».

Ayer se cumplió justamente el 25 aniversario de la muerte de Eugenio Gutiérrez a manos de un francotirador de los GAL cuando se hallaba con otros refugiados en un caserío de Idauze-Mendi, en Zuberoa. Recibió un disparo en la cabeza al salir fuera en un descanso de las clases de euskara.

25 años después

A este respecto, señalaron que esta víctima del «terrorismo de estado», como otras 23, se produjo con el PSOE en el Gobierno español, un partido que también hoy ocupa La Moncloa y en cuyo seno «mantienen importantes responsabilidades» personas relacionadas con aquellos hechos. También citaron al PNV y a la «actitud hipócrita» que mantuvo en aquellos años.

25 años después, apostillaron, «es el Gobierno del PSOE el que prohíbe homenajear a los muertos por el GAL» y lo hace también, según censuraron, «con la complicidad del PNV, a pesar de que en el programa electoral de este partido se expresa la diposición de solidarizarse con las víctimas del terrorismo».

También denunciaron que, si bien «la época del GAL quedó atrás», el PSOE mantiene «una estrategia de guerra contra Euskal Herria», como demuestran las torturas, la política penitenciaria y las detenciones masivas.