Discurso ante el congreso de EEUU
Obama ve al Estado indispensable para salvar el libre mercado
David BROOKS («La Jornada») | WASHINGTON
A un mes de asumir la Presidencia de EEUU, Barack Obama se presentó por primera vez ante una sesión conjunta del Congreso, pero su intervención ayer fue todavía más importante, ya que su discurso fue transmitido en directo a todo el país por las principales cadenas de televisión y lo hizo con el propósito de convencer al mundo -desde las cúpulas financieras a los nuevos desempleados- de la viabilidad de su estrategia para enfrentar la peor crisis económica.
El fin de mensaje era convencer a la ciudadanía de que este rescate -su Gobierno ha empleado casi dos billones de dólares (1,56 billones de euros) para lograrlo- no está dirigido a los banqueros, sino al bien común.
Tal vez lo más dramático es que eso implica proclamar que el Estado es hoy indispensable para salvar al sistema de libre mercado de sí mismo, y que se inaugura una nueva era en la que el Gobierno ha vuelto como la solución y finaliza otra en la que el Ejecutivo era considerado el problema y el mercado libre, el rey.
Denunció las políticas y prácticas del pasado que provocaron esta crisis y que «muy frecuentemente privilegiaban las ganancias de corto plazo sobre la prosperidad de largo plazo».
El día de rendir cuentas
Obama aseguró que «el superávit se convirtió en un pretexto para trasladar la riqueza a los ricos en lugar de una oportunidad para invertir en nuestro futuro», mientras las decisiones eran postergadas, por lo que subrayó que «el día de enfrentar las cuentas y de tomar el control de nuestro futuro ha llegado».
Admitió que todo el país es consciente de la crisis y todos sienten sus efectos, pero afirmó que aunque «nuestra economía esté debilitada y nuestra confianza minada, aunque vivamos tiempos difíciles e inciertos, quiero que cada estadounidense sepa que reconstruiremos, nos recuperaremos y EEUU resurgirá más fuerte que antes».
Afirmó que su estrategia para enfrentar la crisis empieza con la creación de empleo, y detalló su plan de recuperación a través del plan de estímulo económico que generará tres millones y medio de puestos de trabajo. Pero señaló que la recuperación no se logrará sin resolver la crisis financiera, y destacó que «el flujo de crédito -para todos- es la sangre de vida de nuestra economía».
Obama prometió no gastar un solo centavo para «recompensar a un solo ejecutivo de Wall Street, pero sí haré todo lo necesario para ayudar al pequeño negocio que no puede pagarle a sus trabajadores o la familia que ha ahorrado y no puede conseguir una hipoteca».
El presidente, que aún goza de una relativa luna de miel a un mes de su llegada a la Casa Blanca, añadió que la única manera de restaurar la fuerza económica de EEUU es hacer las inversiones a largo plazo que crearán nuevos empleos, nuevas industrias y una capacidad renovada para competir.
Convocó a la ciudadanía estadounidense a enfrentar los desafíos actuales apelando a los mitos básicos del país. «El peso de esta crisis no determinará el destino de esta nación. Las respuestas a nuestros problemas no están más allá de nuestro alcance, esas cualidades que han hecho de EEUU la fuerza de progreso y prosperidad más grande de la historia están en universidades, fábricas, campos y empresas», afirmó.
Pero primero, hay que rescatar al sistema capitalista de sí mismo.
El presidente de EEUU, Barack Obama, afirmó durante su intervención del martes ante el Congreso que ese día comenzó «una nueva era de implicación» estadounidense en el mundo. Reiteró que EEUU «no puede afrontar solo las amenazas de este siglo, pero el mundo tampoco puede afrontarlas sin EEUU». Obama aludía así a la política de George W. Bush, quien desdeñó las opiniones de aliados y organismos internacionales para tomar decisiones como la de la invasión y guerra en Irak. Respecto a este país, dijo que «pronto» anunciará una vía que «ponga fin a la guerra de manera responsable». Aseguró no poder «despreciar la mesa de negociaciones, pero tampoco hacer caso omiso a enemigos o fuerzas que pueden hacer daño a EEUU». En este nuevo espíritu multilateral, anunció que «forjaremos una nueva estrategia para Afganistán y Pakistán» que derrote a Al-Qaeda y combata el extremismo. E indicó que «necesitamos preservar los valores que nuestras tropas defienden, porque no hay una fuerza más poderosa en el mundo que el ejemplo de EEUU». En este contexto situó la clausura de la prisión de Guantánamo, y subrayó que, «sin excepción o equivocación», EEUU no tortura.
GARA
Obama presentará el viernes el calendario para la retirada una buena parte de los soldados estadounidenses de Irak, según señaló ayer el vicepresidente de EEUU, Joe Biden a la emisora NBC.
El Comité de Asuntos Judiciales del Senado examinará el próximo miércoles la convocatoria de una comisión de investigación sobre los desvíos en materia judicial durante la Presidencia de Bush.