El Consejo de la Real desveló ayer que su plan de choque se ha cerrado con una reducción del gasto hasta junio de 2,2 millones gracias a los acuerdos con todos los jugadores, trabajadores y miembros del cuerpo técnico. Como adelantó GARA, los primeros han accedido a renunciar a una parte de sus fichas y a aplazar hasta la consecución del ascenso otra parte, y los trabajadores han aplazado hasta enero del año que se suba a Primera el cobro de un porcentaje de sus sueldos hasta el mes de junio.

Esos 2,2 millones permiten que el déficit de tesorería de 8,1 millones que heredó el Consejo -hay otros dos de déficit presupuestario que no hay que abonar porque corresponden a la amortización de fichajes que ya están pagados- haya pasado a 5,9, un 27% menos. Tras el acuerdo, se han pagado la parte de las fichas en enero y la sociedad está al día en los pagos y no debe tener problemas de tesorería hasta junio, cuando debe pagarse la parte más importante de las fichas a los jugadores.

El presidente realista, Jokin Aperribay, destacó que «la sociedad está inmersa en un proceso económico muy duro y la plantilla, empleados y cuerpo técnico han entendido que es el momento de apretarse el cinturón. Agradecemos mucho el esfuerzo que han hecho y cómo han facilitado nuestra labor».

En parecidos términos se manifestó el consejero encargado del área económica, Jesús Ruiz, pero recordó que «la situación sigue siendo crítica, aunque algo aliviada en el corto plazo».

Para mayo, el plan de viabilidad

El Consejo es optimista sobre la posibilidad de contar con la ayuda de las instituciones y de Kutxa para reducir de manera importante ese déficit de tesorería, aunque para ello asumen que es condición indispensable presentar un plan de viabilidad en el que ya se trabaja sobre la peor de las hipótesis, la de seguir otra campaña en Segunda, para lo que se deberían reducir los gastos de los 24 millones que se han heredado a 14 ó 15. Para ello ven necesario una reducción grande de los gastos en todos los conceptos y un expediente de regulación de empleo.

El Consejo asume la necesidad de vender a algún jugador, pero Aperribay mostró su deseo de que Xabi Prieto siga en el club y de que renueven Díaz de Zerio, Castillo y Markel. El presidente realista trasmitió la dificultad de convencer al donostiarra en la situación actual. El Consejo quiere vender un portero.

Señalaron que personas externas al club en colaboración con trabajadores trabajan ya en ese plan de viabilidad que además está relacionado con la necesidad de presentar una propuesta de convenio con los acreedores. Por ello el plan debe acabarse para el mes de mayo.

El asesor jurídico del Consejo, José Luis Martínez, explicó que el 31 de marzo acaban los juicios que se celebran por demandas presentadas por acreedores que quieren cambiar la calificación de su crédito para poder tener más preferencia en el cobro. En abril el juez dictará sentencia y los administradores concursales tendrán cinco días para establecer la lista definitiva de acreedores con un informe que deben depositar en el Juzgado. A partir de ahí, el juez tiene quince días hábiles para la convocatoria de la Junta de Acreedores.

Martínez estimó que ésta se realizaría en setiembre y señaló que «40 días antes de la celebración de la Junta la empresa debe presentar el convenio de acreedores. Si no se presenta, el juez decretaría el cierre de la sociedad. La obligación es cerrar el plan de viabilidad lo antes posible y tener la garantía de que será aprobado por los acreedores».

Sólo 1.440 abonados menos

El Consejo dio la primera cifra tras el proceso de renovación de abonos muy positiva porque -a pesar de seguir en Segunda, de la crisis y de los llamamientos a darse de baja de los seguidores de Badiola- la Real sólo tiene 1.440 abonados menos. De los 21.210 se ha pasado a 19.770.

Aperribay agradeció su fidelidad «enormemente porque las condiciones económicas no son las más óptimas para tener gastos extraordinarios. Hacemos una valoración positiva de las bajas porque pensamos que podían superar las 2.000».

En el aspecto deportivo, el presidente realista quiso trasmitir confianza: «Hace dos semanas a falta de cuatro minutos éramos segundos y estábamos ilusionados por el ascenso. En breves jornadas vamos a recuperar la ilusión y esas esperanzas de ascenso. Estamos convencidos de que el partido contra el Alavés va a ser un punto de inflexión. En este sentido hemos tenido contacto con la plantilla y el cuerpo técnico y les trasmitimos absoluta confianza. Se esforzarán al máximo para alcanzar los objetivos». También indicó que en el ámbito social se han mantenido constantes reuniones y que con la Federación Guipuzcoana y los clubes se ha iniciado un proceso «para determinar la relación entre la Real y los clubes de Gipuzkoa».