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Elecciones del 1 de marzo

«La paz es una asignatura pendiente para todos, pero lo tiene que entender ETA»

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Iñaki ARRIOLA

Cabeza de lista del PSE por Gipuzkoa

Nacido en Eibar, Iñaki Arriola (1959) lleva a sus espaldas veinticinco años de política municipal. Durante diez años ejerció de concejal del PSE y fue alcalde en los quince siguientes, antes de pasar a liderar el partido en Gipuzkoa. También conoce de primera mano el trabajo en las Juntas Generales. Ahora encabeza la candidatura del PSE por Gipuzkoa para la Cámara de Gasteiz. El candidato a lehendakari, Patxi López, declinó la invitación de GARA argumentando cuestiones de agenda.

Gari MUJIKA | DONOSTIA

El ritmo de la campaña electoral no hace mella en la motivación del que durante quince años ha sido alcalde de Eibar. El cabeza de lista del PSE por Gipuzkoa, Iñaki Arriola, recibió a GARA en uno de esos pocos momentos de descanso con los que cuentan durante las elecciones.

El PSE está más cerca que nunca de Ajuria Enea. ¿Es un ahora o nunca?

No. No es ahora o nunca, sino nunca como ahora. Porque nunca hemos estado tan cerca de ganar las elecciones al Parlamento Vasco y de que haya un lehendakari socialista en Ajuria Enea.

Su expectativa de voto se disparó en Euskal Herria desde el proceso de negociación. Las encuestas demuestran que la sociedad vasca avala esa apuesta.

Sí. Creo que el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero hizo un serio intento de conseguir la paz en este país, y puso mucha carne en el asador. Ha sido transparente, realmente, a la hora de intentar conseguir la paz. Ahora estamos en un escenario distinto, en el que está claro que hasta que ETA no anuncie su disolución no será posible conseguir la paz definitiva.

La exclusión de la izquierda abertzale también de la próxima Cámara de Gasteiz, ¿aporta a esa solución?

No, no. La izquierda abertzale que no está presente en estas elecciones, porque una parte de la izquierda abertzale sí está presente, lo que tiene que tener claro es que para participar en democracia hay que decirle a ETA que pare de matar. Tienen que cortar amarras. Y estoy convencido de que una parte importante que está en ese mundo de la izquierda abertzale ilegalizada no está de acuerdo con que ETA siga matando y desarrollando su actividad terrorista. Esta gente que defiende de forma permanente lo que llaman el derecho de autodeterminación, lo bueno sería que aplicaran esa autodeterminación que proclaman con ETA. Porque eso sería el paso fundamental para avanzar en el camino de la paz en este país, y seguramente también en los acuerdos políticos.

El PSE se presenta a las elecciones como «el cambio». ¿En qué se concreta ese cambio? ¿En qué cambiará, por ejemplo, la política lingüística o la Ertzaintza?

El cambio se va a notar en todo; por ejemplo, en la forma. Este país es plural y se construye con acuerdos.

Nosotros apostamos por el euskara. Pero con imposiciones no se consigue nada. Llevamos casi treinta años de autonomía en Euskadi, siempre con consejeros nacionalistas en ámbitos de la cultura y el euskara, y todavía nos dice la Unesco que el euskara está en riesgo de desaparición. ¿Qué está pasando aquí? Si tratamos de imponer el euskara, le estamos haciendo un flaco favor. Hay que ir con libertad y con cariño, ir haciendo que la gente quiera al euskara.

Lo vamos a intentar, porque somos gente que no queremos gobernar para pasar factura a nadie ni para decir que todo lo que se había hecho hasta ahora está mal, porque no es verdad.

Evidentemente, no serían cosas malas cuando ustedes han aprobado muchas leyes junto al tripartito....

Claro que sí. Somos responsables. No hacemos oposición destructiva. Ya me gustaría que los que han sido gobierno, si llegan a la oposición, actúen con la actitud responsable con la que hemos actuado nosotros siendo oposición.

Entonces, no sería descabellado pensar en un pacto de gobernabilidad con el PNV, ¿no?

Somos la alternativa al PNV. Si lideramos ese gobierno, hablaremos con todos para buscar acuerdos y pactos de gobierno o de legislatura, o acuerdos puntuales. No descartamos alcanzar acuerdos con nadie, porque lo importante no es con quién se gobierna, sino para qué.

Patxi López ha hablado durante la campaña de privilegiar las relaciones con Nafarroa e Ipar Euskal Herria. ¿Cuál es la concreción de este compromiso?

Claro que hay cosas en común. Hay cosas culturales, de desarrollo, que se pueden impulsar. Tenemos la cultura en común, y compartimos el idioma e intereses de desarrollo.

El consenso es otra de las ideas en las que están incidiendo. Sin embargo, el PSOE le dijo no al Plan Ibarretxe y no a la consulta. Hay quien les reprocha que eso es derecho de veto.

No. Lo que decimos es que tenemos un autogobierno que hay que ponerlo en valor. Porque los últimos últimos años de Ibarretxe y su gobierno han consistido en despreciarlo. Pero si tenemos todo... Si estamos gestio- nando todo... Dicen que faltan competencias por traspasar. Pero el autogobierno dónde se nota: en la pasta, ¿no? De cada cien euros que ingresan las haciendas vascas, 91 se quedan en Euskadi. Se lo queda el Gobierno Vasco, las diputaciones y los ayuntamientos. Es que, además, la educación, la sanidad, los servicios sociales, las carreteras... está aquí.

Igual es conveniente y necesario reformar el Estatuto, pero con consenso. Estamos hablando de un marco de convivencia, que tiene que generar un amplio respaldo social. Y Ibarretxe no ha hecho eso. No puedes hacer un marco de convivencia no compartido, o sólo compartido por el cincuenta por ciento. Es darte contra la pared. Y si lo consigues también, será malo para el país porque generarás ánimo de revancha por la otra parte. Es la historia de España. Toda la vida ha sido así; si tu pegas, luego pegan, y así toda la vida. Algún día aprenderemos, ¿no? El Estatuto, en aquel momento, fue un marco de consenso amplio. Se quedó fuera esa parte de la izquierda abertzale radical que todavía sigue fuera del marco estatutario, que no acepta el actual Estado de Derecho. Pero estaba dentro una parte muy importante del país y de la sociedad vasca. ¿Hay que hacer esfuerzos? Sí, claro que sí.

Retomando el proceso. ¿Qué significó para ustedes Loiola?

Nos creímos el proceso. Pensábamos de verdad que se acababa toda esta lacra de la violencia, del terrorismo, y que al final se iba a conseguir la paz para este país. Que es algo fundamental para todo. Incluso para el desarrollo económico del país, porque hemos perdido muchas oportunidades en inversiones. Y las seguimos perdiendo. Y nos creímos realmente que esta vez era posible, era factible y se podía conseguir un acuerdo que permitía acabar con ETA y desde el ámbito político un marco de convivencia en el que todos estaríamos mejor. Los consensos son situaciones en los que nadie está del todo de acuerdo, pero nadie está en absoluto desacuerdo. Fue una magnífica oportunidad perdida para la paz.

¿También es una responsabilidad pendiente del PSOE?

Por supuesto. Lo es para todos. Este país sería maravilloso si al final se lograse la paz. Es básico y fundamental. Porque sin esa paz no hay libertad, y sin libertad es muy difícil ser feliz. Creo que está pendiente, pero es lo que tienen que entender alguna vez los que manejan la pistola. No tiene ningún sentido. Saben lo que tienen que hacer: dejar los hierros y sumarse a la pelea de la palabra.

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