Los amotinados de la unidad paramilitar Bangladesh Rifles (BDR), compuesta por casi 70.000 miembros y encargada de la protección y el control de las fronteras, aceptaron deponer las armas a cambio de la amnistía que les prometió la primera ministra, Sheikh Hasina, según informó un oficial del grupo, horas después del enfrentamiento ocurrido ayer por la mañana entre miembros de este cuerpo de seguridad y sus superiores y que saldó con al menos cinco muertos, 34 heridos y un centenar de rehenes.

«Hemos acordado entregar las armas siguiendo las garantías que nos ha dado la primera ministra para satisfacer nuestras demandas», explicó el oficial de la BDR, que pidió no revelar su nombre.

A primera hora de la mañana estalló un violento tiroteo entre miembros del BDR, que reclaman mejoras salariales y laborales, y sus superiores, obligando a numerosos civiles a huir del lugar y provocando el despliegue de militares y policías.

Soldados del Ejército entraron en el cuartel y tomaron posiciones en los alrededores, por lo que los disparos se fueron haciendo cada vez más intermitentes y las explosiones cesaron. Más tarde, las fuerzas de seguridad se desplegaron en torno al lugar armadas con morteros y otro armamento pesado.

«Todo el mundo sabe la vida miserable que tenemos, no podemos trabajar de forma independiente», denunciaron los amotinados antes del encuentro con Hasina. Según su versión, en el interior del cuartel había unos 20.000 soldados.

Bangladesh ha sufrido varios golpes de Estado a lo largo de su historia. Unos han tenido éxito y otros han fracasado, pero el incidente de ayer no parece tener motivaciones políticas.

Confusión sobre las víctimas

Cinco personas fallecieron en el tiroteo, según médicos de un hospital de la capital, Dacca, que añadieron que otras 15 resultaron heridas. La televisión NTV, por su parte, habló de unos 12 muertos, la mayoría soldados, mientras que la Policía señaló haber recuperado los cuerpos de dos miembros de la BDR cerca del cuartel general de la unidad paramilitar.

Aunque aún no hay un balance oficial de víctimas, testigos presenciales aseguraron que el tiroteo fue muy intenso. Algunos civiles fueron alcanzados por balas perdidas y del complejo de la BDR salían llamas y se oían fuertes explosiones. «Había fusiles, ametralladoras, artillería y toda clase de armas», explicó un Policía que estaba cerca del lugar del enfrentamiento.