KRISIAREN TXOKOA
Movilización social y crisis
Isidro ESNAOLA
Seguir la campaña electoral me produce hastío. Pensaba que con la tan traída y llevada crisis económica, esta vez, gran parte de los debates tratarían del tema, pero ni por ésas. No hay debate, cada candidato o candidata se dedica a lanzar su mensaje en 20 segundos para que la televisión lo pueda difundir luego y ahí termina todo. Ningún político contesta a ningún otro y los pensamientos de las y los votantes parece que tampoco les interesan demasiado.
En este aburrido panorama hay una cosa que sí me ha llamado la atención. Izquierda Unida ha pegado un cartel, no sé si es de la precampaña o de la campaña, que nos interpela directamente con una pregunta que viene a decir más o menos ¿te vas a quedar parado o vas a luchar? Aprovechando el aumento de despidos que está provocando la crisis económica, llama a la gente para que en esta época de crisis se movilice y luche. De alguna manera, el lema recoge la tradición de la izquierda de buscar más allá de los votos la movilización de la gente para transformar la sociedad. No está mal, para los tiempos que corren.
Sin embargo, en la propaganda que ha llegado a mi casa junto con el sobrecito y la papeleta del voto, el discurso cambia. Recuerda que con 65.000 votos que recibió en las anteriores elecciones, Izquierda Unida ha podido hacer muchas cosas y nos pregunta ¿te imaginas lo que podríamos hacer con 100.000 votos? Parece que no se trata de movilización, como el primer lema daba a entender, sino de darles el voto a ellos para que ellos sigan haciendo cosas, si pueden. De interpelarnos como sujetos de lucha para un posible cambio social, han pasado a pedirnos nuestro voto para que ellos lo gestionen, es decir, a considerarnos, una vez más, sujetos en tanto en cuanto votantes el primero de marzo, pero objetos de sus políticas en cuanto administrados el resto de los cuatro años.
En Izquierda Unida sí saben que un proyecto de izquierda trasformadora sólo es posible desarrollarlo con una importante movilización social, pero, o no pueden, y entre lo urgente y lo importante, optan por lo urgente y simplemente nos piden el voto; o les traiciona el subconsciente y nos piden el voto simplemente porque aún sabiéndolo, no quieren apostar por esa vía. O, quizás, simplemente quieren que nos movilicemos para votarles a ellos y punto. Visto lo que ha sucedido estos últimos cuatro años, en los que han usado y abusado de los movimientos sociales para plagiar sus ideas y seguir saliendo en la televisión, por cierto, la última vez ya en plena precampaña electoral a cuenta de las hipotecas y sin haber hablado ni siquiera con las cajas de ahorros; mucho me temo que solamente les interesa nuestro voto.