Empieza la proyección. Una cobra aparece en la pantalla mientras la voz en off explica las técnicas de defensa de la serpiente. Aunque más de uno piense lo contrario, el espectador no se ha equivocado; el estracto del documental es parte de la comedia con la que Borja Cobeaga se lanza al mundo de los largos. Con este trabajo que no se estrenará hasta julio, se popularizarán expresiones como «hacer la cobra» o «el abrazo del koala» en las noches de Euskal Herria.

Por si alguien no conoce el significado, la película explica, con una estética propia del cine de Europa del Este de los años 80 -«Ucrania del 82», lanza Cobeaga- la técnica por la que una chica se aparta del joven que tiene delante una noche cualquiera en un bar y que, tras largas disyuntivas, se lanza a por su labios. Y por si Ucrania queda lejos, acto seguido aparece en la pantalla Gorka Otxoa, conocido por su papel en «Vaya Semanita», para «que le hagan la de la cobra».

Después de exitosos cortos, como «Eramos pocos» o «La primera vez» y dirigir programas como «Vaya semanita», el director donostiarra presenta ahora «Pagafantas», una comedia con el sexo como telón de fondo; «o más bien, la ausencia de sexo», apunta Cobeaga.

A pesar de que quedan meses para el esperado estreno, los espectadores del festival Zinemastea de Gasteiz tuvieron la posibilidad de disfrutar ayer de un aperitivo. Y, a juzgar por las risas que despertaron los 10 escasos minutos de adelanto, la cinta promete. «Es una comedia muy divertida construida a base de cosas patéticas. El protagonista sufre una humillación permanente», adelanta el director.

Todo comienza cuando el personaje de Otxoa deja a su novia para salir todas las noches en Bilbo. «Cree que va a pillar todos los días, pero la realidad es aplastante», sentencia Cobeaga. Asegura que su imagen de las relaciones sentimentales no es pesimista, «es más bien realista, los bares cierran pronto y ninguna chica está interesada en él». De hecho, describe el Bilbo nocturno como «el desierto del Sahara», donde los omnipresentes coches de la limpieza están a la par de los cuatro «borrachos solitarios».

Además del «Pagafantas» de Gorka Otxoa, hay actores que llegan también del «mundo del sketch», como Julian López, junto a otros consagrados: Kiti Mánver, Oscar Ladoire o María Asquerino.

Otxoa es, según adelanta el director, la diana de todas las humillaciones «que dan paso a una visión muy real». Las risas no conocen de compasión, por eso cuando más hundido se ve al Pagafantas «aún le machacamos más». Cruel y divertida realidad.