La Coordinadora de Colectivos Feministas de Lizarraldea organizó ayer una «búsqueda popular», apoyada por la familia de María Puy Pérez Ezpeleta, en la zona de la ladera izquierda de Jurramendi. Anotada la cita, amigos, familiares, vecinos o simplemente gente solidaria y con deseo de esclarecer la extraña desaparición de esta vecina de Lizarra, de 50 años, fueron sumándose frente al cementerio de Aiegi.

Pasadas las 10.20 de la mañana los primeros grupos partieron hacia la frondosa montaña, después de atender a las indicaciones de la organización. Cada uno de los lan-taldes estaba formado por entre 5 y 15 personas y contaba con la presencia de un «encargado experto» del grupo de montaña de Lizarraldea. En total, 14 grupos partieron con el objetivo de rastrear la ladera, y otras muchas personas, con menos hábito de caminar por el monte, se dirigieron hasta la zona de los repetidores de telefonía al tratarse de un lugar más accesible.

El objetivo de la batida de ayer era muy claro: peinar la zona de nuevo -ya había sido rastreada durante varios días por los bomberos y diferentes cuerpos policiales-, mirar detenidamente e intentar encontrar cualquier indicio que les llevara a aclarar algo sobre la desaparición de esta vecina de Lizarra.

La organización, compuesta por la Coordinadora de grupos de feministas y apoyada por familiares, lo dejó muy claro: «Ramas rotas, restos de ropa o zonas de tierra movida», cualquier indicio puede ser «importante», por lo que ante cualquier duda debían comunicarse vía móvil o walkie con la mesa de control situada en el punto de partida, el cementerio de Aiegi.

Zona de «posible búsqueda»

La decisión de organizar una batida popular en la ladera izquierda del Jurramendi se debe a que es una zona de «posible búsqueda», según explicaron desde la organización que trabaja por encontrar el paradero de María Puy Pérez, ya que es un lugar cercano al domicilio de esta vecina de Lizarra que se encuentra en paradero desconocido desde el mes de octubre del pasado año.

Varias dotaciones sanitarias y de bomberos también acudieron a la cita de forma voluntaria para poder hacer cuanto estuviera en sus manos en esta búsqueda. Voluntarios de la DYA y de Cruz Roja, junto a varios montañeros que conocen la zona en profundidad, se sumaron a una causa en la que, como quedó absolutamente claro, el pueblo de Lizarra comparte plenamente.

Las camisetas en la que se mostraba el retrato de esta mujer desaparecida y en las que se podía leer «Buscamos a María Puy. Desaparecida en Estella desde el 11 de octubre de 2008» hacían reflejo de un sentimiento de tristeza generalizado entre los vecinos de Lizarra ante este suceso. Ayer por la mañana quedó aún más que claro que todos aquellos que echan en falta a esta mujer están dispuestos a cualquier cosa con tal de dar con su paradero, que necesitan saber dónde se encuentra, ya que «es nuestro derecho» y no tirarán la toalla «hasta encontrarla». «Están siendo meses de angustia y deseamos que este tiempo finalice lo antes posible», indicaban conocidos de la mujer desaparecida.

El sentimiento de la familia se encuentra atrapado entre la «impotencia» de no saber dónde se encuentra María Puy Pérez y el «agradecimiento» por todo el apoyo incondicional que están recibiendo por parte de los vecinos de Lizarraldea, según comentaban los organizadores de esta búsqueda.

Esta vecina de la citada localidad navarra se encuentra en paradero desconocido desde el 11 de octubre de 2008. Ese mismo día, su ex pareja sentimental, José María Morentin, quebrantó la orden de alejamiento ordenada por el juez y requerida por María Puy contra él, y posteriormente ingresó en prisión bajo la acusación de quebrantamiento de medida cautelar, tenencia ilícita de armas, depósito de municiones y robo con fuerza. El 13 de enero recuperó su libertad provisional por orden del juez.