Trece iraquíes murieron y otros 22 resultaron heridos en una serie de atentados que tenían como objetivo la Policía y las milicias que luchan contra Al-Qaeda en Bagdad y otras ciudades, indicaron a France Presse responsables de los servicios iraquíes de seguridad.

Cuatro personas, entre ellas un jefe de Al-Sahwa, las milicias de antiguos insurgentes reconvertidas a la lucha contra Al-Qaeda, murieron en un atentado cerca de Balad, al norte de Bagdad.

Según el coronel de Policía Ghanem al-Baldawi, «una mina artesanal impactó el coche de un jefe local de Al-Sahwa, Dhiab al-Alí, cuando se encontraba con su mujer, su hijo y su nieto».

El atentado, que mató a todos los miembros de la familia, se produjo en un suburbio de Balad, una ciudad con gran presencia de Al-Qaeda.

Asimismo, cuatro policías murieron y 22 personas resultaron heridas en dos atentados suicidas en Bagdad y Mosul. El primer atentado se produjo en Al-Qarrada, un barrio comercial de la capital iraquí, contra una patrulla policial.

En Mosul, a 370 kilómetros al norte de Bagdad, otro atentado con coche bomba atacó una barrera policial, matando a dos agentes.