El joven iruindarra Hodei Ijurko ha sido condenado por la Audiencia Nacional española a 16 años de prisión por un acto que tipificado como de «kale borroka». La Sección Tercera de la Sala de lo Penal del tribunal especial dio a conocer ayer la sentencia por el que condenan al navarro por dos delitos de «atentado», uno de «tenencia de sustancias explosivas o incendiarias», y otro de «desórdenes públicos».

Ijurko fue detenido en la noche del 8 al 9 de marzo del pasado año bajo la acusación de haber lanzado cócteles molotov contra una patrulla de la Policía Foral en Alde Zaharra de la capital navarra, y desde entonces ha sido dispersado en distintas cárceles del Estado español.

En el juicio, que se llevó a cabo el pasado mes de febrero, la Fiscalía española mantuvo su petición de 38 años de prisión, acusándolo de los delitos «desórdenes públicos terroristas», «atentado terrorista» y «tenencia de explosivos».

Esta petición triplicaba la exigida por la acusación particular, llevada a cabo por la Policía Foral y en la que solicitaba doce años de prisión por un supuesto delito de «atentado a la autoridad con medios peligrosos» y «tenencia de explosivos».

A los pocos días de que se celebrara la vista oral contra el joven en el tribunal especial, vecinos y amigos de Ijurko denunciaban la petición realizada por el fiscal. En la rueda de prensa, calificaron la solicitud de 38 años de prisión de «totalmente desproporcionada»; «sobre todo, si tenemos en cuenta que no hay daños materiales y las lesiones que presentan los agentes de la Policía Foral son de carácter leve», apostillaron.

Asimismo, denunciaron que la Audiencia Nacional española no trata «de impartir justicia, sino castigo» y aseguraron que allí no existen garantías procesales, considerándolo un tribunal «totalmente político».

El fallo conocido ayer, también condena a Ijurko a indemnizar con 7.400 y 17.600 euros a dos agentes de la Policía Foral.

Cabe recordar que, en el momento de su detención, el joven fue golpeado violentamente en la cabeza por los agentes de la Policía Foral y le causaron una brecha que precisó de nueve grapas de sutura. Esta actuación fue denunciada en los Juzgados de Iruñea y todavía se encuentra en trámite.