Vecinos de Portugalete recuerdan al preso Roberto Sainz en el tercer aniversario de su muerte
GARA |
El martes se cumplían tres años desde que el preso político vasco Roberto Sainz, Baru, fallecía en la prisión madrileña de Aranjuez. La noticia de su muerte suscitó una oleada de protestas en su comarca, Ezkerraldea, y en toda Euskal Herria. Y es que la muerte de este vecino de Portugalete llegó a escasos días de que el preso político santurtziarra Igor Angulo falleciera también a cientos de kilómetros de su localidad.
El transcurso del tiempo no hace mella en los vecinos de Portugalete y el martes, alrededor de 150 personas participaron en el acto en su memoria llevado a cabo en el paseo del faro, justamente donde descansan sus cenizas.
Un dantzari bailó el aurresku de honor en su memoria y desde el movimiento pro-amnistía portugalujo les brindaron un sentido abrazo a sus familiares, a la vez que les aseguraron que ni ellos ni el pueblo de Portugalete «olvidarán nunca» a aquel joven sindicalista, «ni la huella que dejó», apostillaron.
Relataron cómo «su gran corazón lleno de amor y de rabia se paró en una cárcel de exterminio del Estado español». En este sentido, puntualizaron que Sainz «no murió porque sí, si no que lo mataron, lo asesinaron, lo dejaron morir sin diagnosticarle lo que realmente le ocurría». A juicio del movimiento pro-amnistía, ésta es una de las «consecuencias de la política penitenciaria de exterminio diseñada por el PSOE y el PNV».
Echando la vista atrás, criticaron también la actitud de la Audiencia Nacional española, así como la del PNV, a la hora de prohibir y reprimir la denuncia por la muerte de Sainz. Y aseguraron que no «olvidarán ni perdonarán» lo que pasó aquellos días.
Por otro lado, el martes 140 personas se concentraron por los represaliados políticos en el Arriaga de Bilbo.