La secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton, apeló al «realismo» y a la «esperanza» en el anuncio oficial, por parte de la OTAN, de la renudación de relaciones con Rusia, congeladas tras la crisis de agosto en Georgia.

«Es hora de ir adelante, no vale quedarse quietos pensando que las cosas van a cambiar por sí mismas», señaló, para negar que se trate de una concesión a Rusia y reivindicar el interés de los aliados en restaurar «un mecanismo de diálogo y una plataforma de cooperación» con el Kremlin, que valoró positivamente la decisión de marcha atrás de los aliados.

Clinton hizo esta profesión de fe en vísperas del encuentro con su homólogo ruso, Sergei Lavrov.

Fiodor Lukianov, redactor jefe de la revista «Rusia en la política mundial», asegura que el del hoy será un encuentro de tanteo en un contexto de signos positivos.

Y de conjunción de intereses. Como recuerda Maria Lipman, analista del centro Carnegie de Moscú, «sobre Afganistán existen posibilidades de cooperación, porque el reforzamiento de los talibán constituye igualmente una grave amenaza para Rusia y países vecinos como Tayikistán. A Moscú le interesa que EEUU y la OTAN se ocupen de este problema», añade.

Afganistán

Clinton propuso una conferencia internacional sobre Afganistán el 31 de marzo bajo la égida de la ONU y se mostró a favor de invitar a participar al Gobierno iraní.