Treinta y dos empresas del sector de la automoción de Nafarroa se han acogido al Plan de Competitividad aprobado por el Ministerio español de Industria, al amparo del que han solicitado ayudas por un importe de 325,4 millones de euros, según indicó la delegada del Gobierno español en ese herrialde, Elma Sáiz, al término del encuentro con responsables de las principales empresas de la automoción ubicadas en Nafarroa, dirigentes de la Confederación de Empresarios de Navarra (CEN), de la Asociación Navarra de Empresas Laborales y de la Asociación de la Pequeña y Mediana Empresa del Metal.

El presidente de la patronal navarra, José Manuel Ayesa, consideró «muy positivo» el encuentro porque «el sector de la automoción tiene una implicación especial por lo que significa para el desarrollo de Navarra». Indicó que el plan será «un apoyo para paliar la crisis», aunque para resolver los problemas a los que se enfrentan «se necesitan planteamientos de ámbito internacional».

Opel acude al Gobierno alemán

El fabricante de automóviles de Opel también reclama ayudas al Gobierno alemán, que se resiste a ofrecer ayudas estatales.

«Todavía hay muchas cuestiones por aclarar», indicó el ministro de Economía, Karl-Theodor zu Guttenberg tras la reunión, a la que asistieron representantes de Opel y el consorcio matriz, General Motors.

Guttenberger aseguró que el Gobierno examinará la situación, pero advirtió de que se trata de una situación altamente complicada.

Opel quiere ayuda del Ejecutivo alemán para salir de la crisis en que se encuentra, motivada por varios factores entre los cuales está la mala situación del consorcio matriz. Berlín exige, sin embargo, un plan claro que haga plausible las posibilidades de salvar a Opel y, además, pide que la empresa se independice de General Motors para evitar que posibles ayudas estatales terminen en las arcas del consorcio matriz.

El plan presentado por Opel antes de la reunión, en que pedían ayudas por valor de 3.300 millones de marcos, ha sido considerado insuficiente por el Gobierno que preside Angela Merkel.

El presidente del comité de empresa del fabricante de automóviles Opel, Klaus Franz, se quejó ayer de que General Motors ha contribuido a aumentar las resistencias de los gobiernos a ofrecer ayudas a sus filiales con sus anuncios de recortes de plantilla.

«Nadie en Europa entiende el caos ni está dispuesto a dedicar dinero del contribuyente a la eliminación de puestos de trabajo», manifestó Franz.