El opositor islamista sudanés Hassan al-Turabi, nada más ser liberado ayer, mostró su apoyo al Tribunal Penal Internacional (TPI) en su pulso con el presidente Omar al-Bashir.

«Los informes internacionales deben estar dirigidos por la Justicia. Hay que aceptar la justicia internacional cuando nos favorece y cuando nos perjudica», declaró a France Presse Hassan al-Turabi en su residencia de Manshia, un barrio de las afueras de Jartum, al día siguiente de su sorpresiva liberación.

«He leído el memorándum de Ocampo [el fiscal general del TPI, Luis Moreno Ocampo] y es muy sustancioso. Sabía que no iba a ser completamente rechazado por los jueces», añadió mientras decenas de sus partidarios se acercaban a su casa para saludarle.

Rara avis

La postura de Al-Turabi y su formación, el Partido del Congreso Popular (PCP), contrasta con la de la práctica totalidad de la clase política sudanesa, que ha apoyado a Al-Ba-shir después de que el TPI ordenase su arresto por su presunta implicación en crímenes de guerra contra la Humanidad en Darfur.

Al-Turabi fue arrestado a mediados de enero después de señalar a los medios internacionales que el presidente sudanés, del que fue mentor, era «políticamente culpable» de los crímenes cometidos en Darfur.

Junto a ello, señaló, tal y como ha ratificado tras salir de prisión, que Al-Bashir debe comparecer ante el TPI en La Haya.

La familia de Al-Turabi anunció el domingo por la noche que sería liberado de la prisión de Port Sudan, en la costa del mar Rojo, pero las razones de su excarcelación siguen siendo una incógnita.

Según sus allegados, la salud de este jeque de 77 años se ha deteriorado notablemente desde hace una semana. Sin embargo, ha aparecido radiante. Únicamente se le percibe un ligera ronquera en la voz.