Tras las elecciones del 1-M
EA agota la última opción de recuperar el escaño
GARA | GASTEIZ
Mañana miércoles se aclarará definitivamente la composición oficial del próximo Parlamento de Gasteiz, cuando la Junta Electoral de la CAV determine sobre el último recurso planteado por Eusko Alkartasuna, con el que intenta recuperar su segundo parlamentario.
EA ha optado por agotar todas sus opciones después de que ayer el primer recurso fuera desestimado tras varias horas de deliberación en la Junta Electoral de Araba.
Esta instancia rechazó las alegaciones del partido que dirige Unai Ziarreta, de modo que confirmó que el último escaño en liza corresponde al PSE y no a Rafa Larreina, de EA, que era su titular antes de que se computara el voto del llamado «Censo de Españoles Residentes en el Extranjero» (CERA).
Como es sabido, tras esta fase el escaño pasó a manos del PSE por sólo 44 centésimas de voto. Si EA hubiera logrado un único sufragio más en ese herrialde, el cargo sería suyo. Y eso provocaría a su vez una modificación de calado en el conjunto de la Cámara, dado que el PSE no dispondría de mayoría absoluta junto al PP y tendría que apoyarse también en el parlamentario de UPyD, Gorka Maneiro. En ese caso, Patxi López debería negociar también con el partido de Rosa Díez su acceso a Lehendakaritza.
Todo ello se dilucidará en un plazo máximo de 48 horas, que es el tiempo del que dispone la Junta Electoral de la CAV para tomar la decisión final.
«Evidentes contradicciones»
Tras el recuento del CERA, el PSE dio por bueno el resultado mientras que EA presentó un recurso ante la Junta Electoral del Territorio Histórico de Araba, que desveló su decisión a media tarde de ayer.
A continuación, EA hizo pública una nota en la que comunica su intención de seguir hasta el final y presentar un segun- do recurso.
En la nota concreta además cuál es su posición. Indica que «Eusko Alkartasuna entiende que la Junta Electoral de Araba ha realizado el escrutinio vulnerando la Ley 5/90 de Elecciones al Parlamento Vasco, porque no ha realizado la apertura de los sobres que contienen las actas con las incidencias recogidas mesa a mesa».
Según el recurso de EA, «en caso de haberlo hecho, habría comprobado que existe una mesa en la capital alavesa en la que hay evidentes contradicciones en los datos recogidos».
Así las cosas, la formación de Unai Ziarreta afirma que «sólo anulando la mesa con contradicciones se garantizan los derechos de los partidos políticos y de la propia ciudadanía».
La recuperación de este segundo escaño sería un pequeño alivio para EA, cuyos malos resultados dejan por el momento como único representante en la Cámara a su cabeza de lista por Gipuzkoa, Jesús Mari Larrazabal. Se da la circunstancia de que éste no era, además, el preferido del sector crítico de la formación, mayoritario en Gipuzkoa y que ahora reivindica un cambio radical de estrategia política de cara al Congreso del 4 de abril.
Tras la resolución de este último recurso, se dará por oficial el resultado final de estas elecciones. A la espera del desenlace, por ahora el PNV cuenta con 30 parlamentarios, el PSE con 25, el PP con 13, Aralar con 4, y tanto EA como EB y UPyD con uno. Teniendo en cuenta los votos anulados de la izquierda abertzale, la composición real es ésta: PNV 28, PSE 23, PP 11, izquierda abertzale 7, Aralar 4, EA 1 y UPyD 1. EB se quedaría fuera.
obtuvo EA en el recuento provisional de la noche del 1 de marzo, lo que supone la pérdida de muchos miles de apoyos. En 2005 acudió en coalición con el PNV y acumularon un total de 468.117 sufragios.
La Presidencia de Ezker Batua decidió anoche convocar para este viernes, día 13, al Consejo Político de la formación para que decida sobre la puesta a disposición del partido de los cargos del coordinador general, Javier Madrazo, y del secretario de Organización, Serafín Llamas. A través de un comunicado, EB explicó que la Presidencia pasa el tema al Consejo Político por ser «su máximo órgano entre asambleas». La Presidencia sí realizó un análisis de los resultados, en el que achacó su mal resultado a tres factores: la «fuerte bipolarización» entre PNV y PSE, la «imposibilidad» de trasladar sus propuestas y «las dificultades derivadas de su presencia en un Ejecutivo de coalición con PNV y EA».