«Somos insumisos a un poder que en Euskal Herria nos sigue condenando al estado de excepción con sus prohibiciones, ilegalizaciones, detenciones y encarcelamientos masivos, Au- diencia Nacional y Ley Antiterrorista, cierre de periódicos... Somos insumisos a España y a Francia, que siguen negando a nuestro pueblo el derecho a decidir su futuro». Así se recoge en un manifiesto dado a conocer ayer en Iruñea por un grupo de insumisos navarros que hace veinte años se negaron a cumplir el servicio militar español, manifiesto que ha sido suscrito ya por más de 60 personas y que sigue recabando numerosas adhesiones.

De hecho, Juanjo Goikoetxea, uno de los impulsores de esta iniciativa, pidió perdón a las numerosas personas cuyos nombres todavía no aparecen en el manifiesto. «El número de adhesiones está siendo masivo. Hay muchos nombres que no hemos podido añadir por falta de tiempo y otros muchos -agregó- con los que todavía no hemos tenido oportunidad de ponernos en contacto».

El propio Goikoetxea recordó, en una rueda de prensa ofrecida junto al Monumento a los Fueros, que el movimiento por la insumisión tuvo en Nafarroa una «especial incidencia» por el elevado número de jóvenes que se negaron a cumplir el servicio militar español.

«Igual que se vio entonces -dijo-, hoy en día se sigue viendo que existen dos Nafarroas diferentes: la Nafarroa institucional, que se sigue entroncando con el sistema, y la Nafarroa de la calle, la Nafarroa popular, que igual que hace veinte años hoy todavía sigue planteando la necesidad de ese punto de rebeldía ante las injusticias y de hacerles frente desde el compromiso».

Como ejemplo de la Nafarroa institucional, señaló la reciente negativa del Parlamento a «reconocer el compromiso y el trabajo realizado por el movimiento insumiso».

«Sigue siendo válido»

Los firmantes del manifiesto consideran que la insumisión «sigue siendo un instrumento válido, no sólo porque nos llevó a ganar la batalla contra el servicio militar obligatorio, sino también porque nosotros llegamos a la insumisión desde la convicción de que siempre es necesario hacer frente a la imposición y a la injusticia».

Además de mostrar su insumisión a los ejércitos, proclaman que también lo son «a la casta y al búnker UPN-PSN de la Navarra del Amejoramiento que pone a los trabajadores al servicio del enriquecimiento de una minoría mediante EREs, especulación inmobiliaria, deslocalizaciones, corrupción, enchufismo, etcétera».

Entre otras cosas más, se declaran insumisos «a quienes han decidido que la destrucción sea un instrumento de su enriquecimiento mediante el TAV, pantanos, canteras..., a la ideología patriarcal de un poder retrógrado, y a quien busca la desaparición de nuestra cultura y nuestra lengua».