En «El Mundo» a la pérdida del Gobierno por parte del PP le buscaron explicación con la llamada «Teoría de la conspiración». Y ahora que es el PNV quien se ve en la circunstancia de abandonar Ajuria Enea, los de «Noticias de Gipuzkoa» se abonan a una tesis parecida. Ahora la titulan: «Algo habrá detrás».

La construyen a partir de hechos objetivos y alguna manipulación evidente. Dejan sentado, primero, que PP y PSOE «han contribuido de manera infatigable por una parte a desacreditar al nacionalismo democrático -basta leer el preámbulo del Pacto por las Libertades y contra el Terrorismo- y por otra a demonizar con saña al lehendakari en funciones como compendio de todos los males vascos». A eso le llaman «cumplir una venganza de lustros para alborozo de una sociedad española cada vez más influenciable por el jacobinismo de los creadores de opinión». Pues parece que sí.

Ahora empieza la conspiración. De una parte, «el PP va a procurar a toda costa que el Gobierno presidido por Patxi López sea lo suficientemente débil como para ser desestabilizado cuando la política general lo requiera para beneficio del PP», de tal suerte que «si el experimento de López resulta, será gracias a ellos; y si fracasa, será por culpa de los socialistas». No parece mal pensado.

Y coloca ahí los pilares de su teoría conspirativa (nada original, por cierto, es la que repite Urkullu a diario): «La flor de Zapatero se marchita y Rajoy no hará nada por regarla», pero «el PSE sabe de sobra esa realidad y la aceptación acrítica del apoyo popular para la investidura parece que va más allá del innegable empeño de López por ser lehendakari y la natural ambición de sus colaboradores por ocupar cargos en la Administración». Ya viene lo bueno: «Aquí se está jugando a muchas bandas, y la conquista de Euskadi puede colocar a Zapatero en situación de privilegio en el caso no improbable de que ETA tome alguna decisión de trascendencia, y así salvar a su Gobierno y a su partido de la decadencia. O, ya en casa, situar al PSE en la pole position para futuros intentos de entendimiento con la izquierda abertzale oficial y lograr en el futuro esa pinza sobre cuya posibilidad el propio Otegi espetó ante testigos recientemente a Egibar: `Que no te quepa la menor duda'». Así se explican las cosas algunos.