El director de Villepinte usa antidisturbios para enviar a presos vascos a aislamiento
Al día siguiente de que los seis vascos encarcelados en Villepinte alcanzasen con el director un acuerdo sobre unas mínimas condiciones de vida, los antidisturbios los redujeron violentamente para «castigarlos» en aislamiento. Incluso los presos sociales protestaron.
GARA |
Los seis presos políticos vascos encarcelados en la cárcel de Villepinte han sido enviados violentamente a celdas de aislamiento por antidisturbios, en un capítulo de venganza del director carcelario con el que alcanzaron un acuerdo sobre las condiciones de vida, pero que ha respondido con nueve días de «mittard».
El preso político de Algorta Aitor Artetxe, el navarro Alberto Garmendia, el zarauztarra Mikel Larrañaga, el bilbaino Iñigo Ripoll y los donostiarras Joxe Campo y Ander Mujika están desde 12 de marzo en aislamiento, después de que el director de la prisión francesa incumpliera con ese hecho consumado el acuerdo alcanzado en la víspera.
Según han hecho saber los afectados, sus condiciones de vida habían comenzado a ser vulneradas con la llegada de este director.
Si bien los seis vascos encarcelados en Villepinte contaban con dos salidas al patio al día, cada una de hora y diez minutos, y con cuatro horas y media de deporte a la semana, ahora los carceleros no cumplen ni esos mínimos, según denunció el movimiento pro-amnistía.
Así, el tiempo para el deporte les ha sido reducido, sin explicación alguna, a hora y media a la semana. Y el tiempo de patio, además de no cumplir con los horarios fijados, también les han sido recortado de forma drástica y sin explicaciones.
A consecuencia de estas conculcaciones, los seis vascos hicieron llegar sus exigencias al director, con el que incluso se reunieron. De esos encuentros, los vascos dedujeron que el nevo responsable del centro haría respetar las reclamaciones.
Tras el paso del tiempo, y viendo que no cumplía su palabra, los vascos realizaron un plante el pasado miércoles en el patio. Su protesta se mantuvo hasta que lograron celerbar un encuentro con el director, en el que lograron un acuerdo: las horas fijadas para patio y para el deporte les serían respetadas a los vascos.
Sin embargo, el pasado jueves, cuando se encontraban comiendo en sus celdas, antidisturbios ataviados con cascos y escudos redujeron violentamente a estos prisioneros vascos, los esposaron y los enviaron a celdas de aislamiento, donde han sido castigados por el director a pasar nueve días.