Desde la contracancha
Los mejores de igual a igual, no parece mucho pedir
Asier AIESTARAN
Son muchos los factores que hacen de la cesta-punta una modalidad de pelota bastante peculiar. La división del cuadro de pelotaris entre los frontones americanos y los recintos vascos, la importancia de las apuestas en la forma de jugar con las quinielas como máximo exponente, los espectaculares aforos que logra completar durante la temporada veraniega en Ipar Euskal Herria o su expansión mundial que permite todavía abrir nuevos frontones en países tan exóticos como Filipinas. Pero dejando todo eso a un lado, el aficionado de a pie lo único que quiere es ver a los mejores pelotaris del momento midiendo sus fuerzas de igual a igual. Si es en un frontón con tradición y el evento se televisa, mucho mejor. No parece mucho pedir, pero por h o por b, eso ha sido imposible en los últimos tiempos. A ver si este primer paso sirve para normalizar la situación.