El proceso para formar el Parlamento de Gasteiz comenzará de inmediato, después de que anoche el PP echara una mano al PSE para completar el mínimo de 25 parlamentarios acreditados. Pero la noticia estuvo en otra cuestión. Al ser preguntado sobre los supuestos contactos del PNV con el PP en un intento desesperado de recabar su apoyo para tratar de retener la Lehendakaritza, López no sólo lo confirmó, sino que añadió que los jeltzales han movido sus hilos a todos los niveles y han ofrecido al PP más cuotas de poder que al PSE. Resultó significativo que la revelación no levantara excesivo escándalo mediático en la tarde de ayer, como si la opinión pública ya hubiera percibido en estos quince días que el PNV está dispuesto a romper todas las barreras para conseguir mantenerse en Ajuria Enea y estuviera curada de espantos. De hecho, no han pasado tres semanas completas desde que se celebraran las elecciones y el PNV ha hecho ya tres cabriolas impensables poco antes: primero ofreció un gobierno de coalición al PSE, después intentó alentar rumores sobre fantasmagóricas relaciones entre la izquierda abertzale y el PSOE, y ahora se sabe que también ha abierto la puerta al PP. Su hiperactividad actual contrasta con la parálisis adoptada en momentos claves como Loiola. Muestra que el PNV sí arriesga a veces... cuando de mantener el poder se trata.