«Tiene que haber una verdadera participación del movimiento vecinal»
Es uno de los portavoces habituales de la Federación de Asociaciones Vecinales de Bilbo, que viene exigiendo a las autoridades municipales más cauces de participación y que los bilbainos y sus colectivos ciudadanos no sean «una mera figura decorativa».
¿Qué balance se hace desde el movimiento ciudadano del actual PGOU?
El Plan General se diseñó como elemento regulador del urbanismo de Bilbao, para construir una ciudad para la ciudadanía en su conjunto, diferente a la ciudad industrial de los años 80. Se planteaba como una fórmula para salir de la crisis de entonces, se pretendió reconvertir Bilbao en una ciudad de servicios contra el modelo existente de ciudad con economía propia, tejido industrial, comercial, de servicios... Vamos, una ciudad que con todos los defectos corregibles, podía y tenía economía propia para no tener que depender del excedente turístico de otras zonas.
No se ha avanzado en vivienda. Sigue habiendo gran demanda de vivienda social mientras permanece la cifra de 17.000 vacías; las zonas verdes se permutan de parques como Sarriko al monte Banderas; se hace desaparecer 6.000 metros cuadrados de parque de Etxebarria en beneficio de una rotonda para ralentizar el tráfico de vehículos; los barrios siguen sin los accesos necesarios para hacerlos transitables; el transporte urbano tiene un gran problema de alto precio, lento y poco coordinado,... Eso sí, la Ría se ha convertido con los impuestos de todos y todas en un escaparate para visitantes y parece ser que el futuro de bilbainos y bilbainas es el de convertirnos en camareros y camareras para hacer pinchos para turistas.
¿Cree que sus gestores han visto cumplidos sus objetivos?
Todos no, puesto que aún pretenden especular más con lo que ellos llamaron las nuevas zonas de «oportunidad de negocio», aún les queda Bolueta, Zorrotzaurre, Garellano, campo del Athletic, Olabeaga... Las dudas surgen cuando se plantea cómo financiar esas operaciones en tiempos de crisis y si en el movimiento ciudadano estaremos maduros para evitar otros escándalos de ese tipo.
¿Es necesario afrontar una revisión del Plan General? ¿Por qué?
Desde luego Bilbao, sobre todo sus barrios, necesita afrontar reformas urbanísticas importantes si aspira a ser una ciudad amable con las gentes que residimos en ella, pero esta vez se tienen que dar al menos dos condiciones imprescindibles para que realmente vaya en esa dirección. La primera, es que debe de quedar escrito de forma pública qué cosas se van a hacer en los barrios, no vaya a ser que luego se hagan más de 200 revisiones del Plan y nos quedemos como ahora. La segunda, es que tiene que haber una verdadera participación del movimiento social y ciudadano. Sin esta premisa, cualquier reforma obedecerá exclusivamente a los intereses de las inmobiliarias, bancos o especuladores.
¿Cuáles deben de ser sus prioridades?
De las más importantes mejorar sustancialmente los accesos a los barrios altos; también la operatividad del transporte público, con billete único y precio único por recorrido, si se usan diferentes medios de transporte, hay que resolver de una vez, y esto es posible; el problema de la vivienda social. Viviendas Municipales tiene que recuperar y hacer crecer el parque de vivienda de alquiler que antiguamente poseía; la zona verde y peatonal debe de ser una realidad como espacio para la relación social y calidad de aire... podíamos seguir enumerando.
¿Qué papel deben de jugar las AAVV? ¿Tendrían cabida otros agentes? ¿Y los vecinos a título individual?
Las asociaciones vecinales son elementos dinamizadores de la relación vecino/calle, calidad urbanística de ciudad, son quienes por su larga historia y trayectoria conocen mejor los problemas de los barrios, no existen intereses especulativos, puesto que su trabajo es puramente altruista y existen grandes ideas y hay conciencia de economía de costes y espacio. La ciudad se construye con todos sus agentes sociales o se construye para los intereses de algún sector social. La juventud, la mujer, la tercera edad, el comercio local, son agentes que dan vida a los barrios y por tanto elementos imprescindibles en su construcción. El vecino a título individual tiene un problema, es fácilmente manipulable, en colectivo puede contribuir más y mejor para todo el barrio.
¿Existen en la actualidad instrumentos para la participación ciudadana?
Legalmente sí: la Ley del Suelo, la Ley de Régimen Local, el Reglamento de Participación en los Distritos, el Consejo Asesor de Urbanismo... En la práctica, estos instrumentos son los floreros de un gobierno municipal de derechas, adornado con un partidillo de «izquierdas» que no quiere que los ciudadanos estemos interesados en cómo se diseña y construye nuestra ciudad.
Hay muchas puertas cerradas en este municipio, no hay locales para el movimiento social y vecinal, los representantes en los consejos no tienen ni el orden del día de las reuniones, no se puede participar en comisiones informativas del Ayuntamiento y menos en el Pleno municipal... el alcalde y sus concejales no quieren ni oír hablar de las asociaciones de vecinos.
A.G.