La UNCTAD reclama una intervención multilateral directa ante la crisis global
La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Comercio y Desarrollo (UNCTAD) recordó ayer que «el fundamentalismo del mercado ha fracasado» y reclamó un papel activo multilateral liderado por la ONU para «salir de este proceso de deflación por sobreendeudamiento».
Juanjo BASTERRA |
Expertos economistas y financieros de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Comercio y Desarrollo (UNCTAD) con sede en Ginebra presentaron ayer un análisis profundo sobre «La crisis económica mundial: fallos sistémicos y remedios multilaterales».
Precisa que «la crisis mundial todavía no ha tocado fondo» y destaca que los factores de la misma son «complejos», pero apunta directamente que «ha habido demasiados operadores avariciosos». Critica a los diferentes gobiernos neoliberales de Estados Unidos y Europa porque «unas buenas políticas económicas deberían de haber tenido en cuenta que los seres humanos pueden ser avariciosos y cortos de miras».
El informe de la UNCTAD asegura que «la crisis ha puesto claramente de manifiesto que la globalización del comercio y de las finanzas requiere mecanismos de cooperación y de regulación a nivel mundial». Indica que reconoce que para salir de la actual crisis y para evitar que se reproduzca «es necesario ir más allá de la regulación bancaria y financiera, y abordar la cuestión fundamental de cómo reactivar y extender el multilateralismo en un mundo en proceso de globalización». A su juicio, las Naciones Unidas deben desempeñar «un papel fundamental en ese proceso de reforma», porque «es la institución que, por su carácter universal y su credibilidad, está en condiciones de dar legitimidad y viabilidad a un sistema de gobernanza reformado», como dijo el secretario general de la UNCTAD, Supachai Panitchpakdi.
La única salida que este organismo internacional considera efectiva en este momento es «la intervención pública para estabilizar el sistema recurriendo a medidas inflacionarias financiadas por endeudamiento público». El informe precisa que el laisssez-faire («dejar hacer») de los últimos veinte años, inspirado por un fundamentalismo de mercado, ha fracasado estrepitosamente».
Exige que «la eficiencia financiera debe prever el crecimiento económico a largo plazo» y considera que se debe producir «una información completa sobre las transaciones mundiales». Por otro lado, la UNCTAD pidió intervenir en los mercados de futuros, «cuando se alejen de los precios de mercado».
El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha revisado a la baja sus expectativas de crecimiento de la economía mundial que podría sufrir una contracción de entre medio y un punto porcentual en 2009, lo que supone la primera caída de la actividad global en 60 años y se sitúa muy por debajo del pronóstico de crecimiento del 0,5%, publicado en enero.
La institución dirigida por Domique Strauss-Kahn augura una recuperación gradual de la economía mundial a partir de 2010, para cuando prevé un crecimiento de la actividad de entre el 1,5% y el 2,5%, frente al crecimiento del 3% previsto en enero de este año. Por otro lado, la institución internacional prevé que la economía de la zona euro sufra en 2009 una contracción del 3,2%, frente al 2% previsto en enero, y augura un crecimiento de apenas el 0,1% en 2010, la mitad del previsto anteriormente.
Para EEUU, estima un decrecimiento del 2,6% este año, un punto más que en la anterior previsión, mientras que la recuperación apenas alcanzará el 0,2% en 2010, frente al 1,6% previsto en enero. Para el Estado español, el FMI reclama un nuevo plan de estímulo fiscal para 2010, porque la economía «seguirá débil».
Los expertos de Naciones Unidas afirman que la única salida es «la intervención pública para estabilizar el sistema recurriendo a medidas inflacionarias financiadas por endeudamiento público».
