Los medios de la derechona hispana (no sólo los de la derechona) se han tomado las elecciones de la CAV como algo épico, casi como la toma de Granada al final de la mal llamada Reconquista. José Antonio Zarzalejos, en «Estrella Digital», daba cuenta de la proeza y, a su vez, alertaba de algunos riesgos.

Según el veterano articulista vizcaíno los de Rajoy deben ser muy cuidadosos porque «si los socialistas van a gobernar Euskadi con la ayuda del PP, no es coherente que le apoyen en Vitoria para apartar al PNV y, simultáneamente, le dejen en sus manos en la Carrera de San Jerónimo. Una política de Estado debe ser compacta y bien calculada en todos los frentes». La causa de la salvación nacional no entiende de ideologías.

Y nos cuenta, además, las entretelas de qué se cuece de cara al asalto al palacio de Ajuria Enea: «Hay una decisión ya tomada: el PSE, sin más complejos, va a aceptar el apoyo del PP en el País Vasco y López va a aceptar la investidura con un condicionado asumible: un equipo gubernamental amplio con independientes próximos al nacionalismo y al centro-derecha popular, un programa que aborde con inteligencia la educación, los medios públicos de comunicación y la policía autónoma y unos presupuestos contra la crisis que serán gestionados por una personalidad de cierto consenso social y económico en la comunidad autónoma. Josu Jon Imaz como segundo del Ejecutivo autonómico era una pretensión lógica pero excesiva, y quizás el actual presidente de Petronor sea más útil para regenerar el PNV que para cogobernar con Patxi López». ¡Mira tú por dónde!

En todo caso, ahora la cuestión es colocar la corona de laurel a los nuevos césares: «habrá Gobierno socialista en Euskadi y el PSE-PSOE hará historia con el PP vasco: ambos habrán derribado todo un régimen nacionalista que se resiste a morir».

Pero cuidado, no todo es tan sencillo: «Alientan los nacionalistas un deseo de venganza: que esta operación de cambio en Euskadi le cueste la legislatura a Rodríguez Zapatero, combinando su rencor con el que pueda albergar CiU. Es decir, que el PSOE pierda todo por ganar Euskadi». Según Zarzalejos, los del PP «no deberían permitirlo». Cuando hablan de la Reconquista se olvidan si son de derechas o de izquierdas.