La UE inyectará 75.000 millones al FMI y duplica la ayuda para socios en apuros
La Unión Europea (UE) cerró ayer su cumbre con un claro mensaje de solidaridad, al anunciar una inyección de 75.000 millones de euros en el FMI y que duplica su paquete de préstamos para sus socios comunitarios que no pertenecen a la zona euro.GARA |
«75.000 millones de euros es el monto que estará disponible para el Fondo Monetario Internacional (FMI)», anunció el primer ministro checo, Mirek Topolanek, cuyo país preside la UE, en una conferencia de prensa al final de la cumbre de dos días de los jefes de Estado y de Gobierno del bloque.
Con esta suma, la UE contribuiría a duplicar de 250.000 a 500.000 millones de dólares los recursos financieros del FMI para que pueda ofrecer más líneas de crédito a los estados en dificultades, una capacidad que comenzaba a verse amenazada por la prolongación de la crisis.
El aumento de los fondos de la institución será debatida en la cumbre del G-20 el 2 de abril en Londres, aunque la inyección que se apruebe finalmente podría ser más cuantiosa, después de que Estados Unidos sugiriera triplicar los recursos del FMI hasta los 750.000 millones de dólares. Japón, por su parte, ya prometió aportar 100.000 millones de dólares.
En cuanto al blindaje para los estados de Europa del Este, los líderes resolvieron duplicar el paquete de ayudas de emergencia de 25.000 a 50.000 millones de euros disponibles para aquellos estados que atraviesen dificultades financieras, anunció Topolanek. «Si hay que ayudar a un país que tiene necesidades particulares, existirá la posibilidad de ayudarlo», explicó.
«Hemos puesto en concordancia nuestras palabras y nuestros actos con un mensaje de confianza y solidaridad», manifestó, por su parte, el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso.
La Comisión Europea propuso en la apertura de la cumbre duplicar el paquete de urgencia para Europa del Este, encontrando la reticencia de varios estados, entre ellos la República Checa, que temían que este tipo de blindaje crease una ola de pánico en los mercados.
Hungría y Letonia ya pidieron préstamos por 10.000 millones de euros, mientras Rumania negocia una ayuda y Lituana podría seguir sus pasos, según ciertos analistas.
Paraísos fiscales
En la cumbre también se terminó de delinear el plan a presentar en la reunión del G-20 para lograr «un resultado ambicioso» sobre el refuerzo de la regulación del sistema financiero mundial, indicó el presidente francés, Nicolas Sarkozy.
Los líderes europeos se mostraron, además, satisfechos sobre las concesiones de ciertos países europeos que practican el secreto bancario, como Suiza o Luxemburgo, prometiendo que no pedirán su inclusión en la lista de paraísos fiscales.
En la apertura de la cumbre, los Veintisiete rechazaron la presión norteamericana de inyectar más fondos públicos ante la recesión, contentándose con un acuerdo sobre inversiones en proyectos energéticos por 5.000 millones de euros. Parte de esta partida se dedicará a la red gasistica vasca.
Este compromiso sobre la única contribución del presupuesto europeo al plan de reactivación económica de la UE, alcanzado por los jefes de Estado y de Gobierno de los 27 tras tres meses de negociaciones, sirve para sacar un poco al bloque de la parálisis de la que le acusaban algunos.
El Consejo Europeo se reafirmó en la postura de acabar la puesta en marcha de las medidas de reactivación económica y ver sus efectos, antes de lanzar los nuevos paquetes de estímulo que le pide Estados Unidos.
«Hay reticencias muy claras a entrar en una carrera para ver quién tiene el mayor plan fiscal» de reactivación, afirmó el ministro alemán de Finanzas, Peer Steinbruck, tras la cumbre de primavera de la Unión Europea.
El presidente de la CE, José Manuel Durao Barroso, señaló que con las decisiones acordadas «hemos puesto en concordancia nuestras palabras y actos con un mensaje de confianza y solidaridad».
Las presiones del presidente francés, Nicolas Sarkozy, que fue apoyado por la canciller alemana, Angela Merkel, y por el primer ministro británico, Gordon Brown, llevaron ayer a la anulación de la cumbre extraordinaria sobre el empleo que había sido convocada por el primer ministro checo, Mirek Topolanek, y el presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso, para el 7 de mayo en Praga. En su lugar, se celebrará una reunión de la presidencia checa y la Comisión con los interlocutores sociales.
Desde que se anunció la convocatoria de la cumbre de empleo, Sarkozy ya había puesto en duda la utilidad de esta reunión, según explicaron fuentes diplomáticas. El presidente francés volvió a expresar sus reticencias durante la cumbre arguyendo que todas las medidas económicas que se han venido adoptando en las cumbres que se han celebrado en las últimas semanas tienen también como objetivo luchar contra el desempleo y que una reunión dedicada exclusivamente a esta cuestión no aportaría ningún valor añadido.