Walter Rifle Pandiani afirmó que se encuentra «motivado» para el partido de mañana ante el Espanyol en El Sadar, al enfrentarse a un ex equipo que lleva en el corazón, pero que al ser un rival directo se presenta como un encuentro «muy clave».

«Me recupero para un partido importantísimo para mí y para todos. Para mí es especial, porque es uno de mis ex equipos y esos partidos generan un poco más de motivación dentro del campo», manifestó ayer el delantero uruguayo de Osasuna tras el entrenamiento de recuperación en el spa del Hotel Castillo de Gorraiz.

Pandiani admitió que ambos equipos se juegan «mucho» en un enfrentamiento directo en la lucha por la permanencia: «Ellos más», puntualizó, al indicar que a su juicio «es el último tren que tienen para poder engancharse». «Para nosotros es una oportunidad buenísima para salir y meternos con la gente de arriba, porque hay muy poca diferencia», añadió.

El atacante charrúa comentó que, aunque desea marcar mañana, no celebrará si golea al Espanyol: «También al Mallorca le tengo mucho respeto y le marqué y lo grité como uno de los últimos mejores, pero supongo que al Espanyol no».

En este sentido, explicó: «Al Espanyol lo llevo bastante en el corazón. Es el equipo que me trajo a España de vuelta después de haber estado en Inglaterra y le tengo muchísimo cariño. Siempre se han portado espectacularmente conmigo, por eso seguramente no gritaré gol. Espero marcarlo para demostrar que no lo gritaré». Pandiani coincidió en el equipo barcelonés con el técnico Mauricio Pochettino: «Fue compañero, amigo y con muy buena relación».

«Estoy contento porque le eligieran como entrenador. Tiene muchísimo por darle al equipo, pero lo agarró en un momento muy complicado, ya que a todo el mundo le gustaría empezar de cero en pretemporada. Quizá es difícil demostrar lo gran entrenador que es, pero tiene muchísima clase para llevar a un grupo y le deseo lo mejor», indicó. El delantero rojillo señaló que al conjunto catalán «no le vale ni el empate» y pronosticó un partido «muy complicado», en el que reclamó máxima atención y «agresividad en todos los aspectos». «Hay que presionar arriba y no dejarles respirar, y estar al cien por cien desde el primer minuto. Nos jugamos estar tranquilos 15 días y el partido es muy clave», apuntó.

Por último, manifestó que le motiva «muchísimo que las cosas hayan cambiado tan radicalmente» para él, al pasar de estar semi-apartado con Ziganda a ser un jugador clave con Camacho. «Espero hacer un buen partido, lo deseo y creo que cuando estoy bien se nota bastante en el campo», finalizó.