La llegada de la primavera enciende las alarmas de quienes padecen alergias
Aunque llevamos varios días con tiempo soleado y caluroso, ayer empezó oficialmente, con el equinoccio de marzo, la primavera. Con la llegada de la nueva estación, también llegan los picores, estornudos y demás síntomas de las alergias, que se esperan fuertes este año.Janire ARRONDO |
Tras los últimos días soleados y cálidos de invierno, ayer día 20 de marzo, a las 12.43 horas, comenzaba oficialmente la primavera, que durará 92 días y 18 horas. En el equinoccio de marzo todas las noches y todos los días de cualquier punto del mundo tienen la misma duración. De aquí en adelante, las noches se acortarán y los días se alargarán, al menos en el hemisferio norte.
El invierno se ha despedido con jornadas veraniegas y los primeros días de la recién estrenada primavera también están siendo excepcionales, aunque parece que pronto empeorará de nuevo el tiempo. Hacer previsiones a largo plazo es algo difícil, aun así, los expertos preven una primavera «normal» o quizás, más bien «algo seca».
Época de alergias
Con la llegada de la primavera, que la mayoría ha saludado tras un invierno más bien crudo, empieza la pesadilla de muchos: las alergias. El picor en los ojos, el constante moqueo, los estornudos y escalofríos por todo el cuerpo, son los síntomas más habituales de aquellos que sufren alguna alergia.
Las alergias son una reacción anormal del sistema inmunitario a elementos que normalmente son inofensivas para la mayoría. Cuando se tiene alguna alergia, el sistema inmunitario percibe equivocadamente esa sustancia como nociva para el cuerpo. Así, este sistema, en un intento de proteger el cuerpo, produce anticuerpos contra el alérgeno. A su vez, estos anticuerpos hacen que ciertas células del cuerpo liberen sustancias químicas al torrente sanguíneo, una de las cuales es la histamina. Esta sustancia actúa en los ojos, la garganta, la nariz, los pulmones, la piel y el tubo digestivo, provocando los típicos y molestos síntomas de la reacción alérgica.
Según explica la alergóloga Atxen Aranzabal a GARA, el alérgeno más común es el polen de las gramíneas. Es en los meses de mayo y junio cuando más se sufre por este alérgeno. «En días secos y ventosos posteriores a grandes lluvias es cuando más polen suele haber», explica Aranzabal.
«Se cubre de amarillo»
Por otra parte, estas últimas semanas, con la llegada de días calurosos, el polvo amarillento del polen de pino ha llegado a todas las esquinas. Según esta experta en alergias, «aunque estos árboles producen elevadas concentraciones de polen y son transportados por el aire a gran distancia, no se consideran como desencadenantes de reacciones alérgicas».
Además, parece ser que las alergias no son algo con lo que nacemos, sino que «nos hacemos alérgicos», explica Aranzabal. Según la alergóloga «es verdad que algunos tienen una predisposición genética, pero hay condiciones, como la contaminación o el hecho de estár en continua compañia de fumadores, que hacen que se creen las alergias».
Para quienes sufren estas alergias, Aranzabal aconseja que «en días de mucho polen eviten ir al monte y opten por ir a la costa, si están en casa o viajan en coche que cierren las ventanas y que no hagan deporte al anochecer».
El picor en los ojos, el constante moqueo, los estornudos y escalofríos por todo el cuerpo, son los síntomas más habituales de aquellos que sufren alguna alergia.
En días secos y ventosos posteriores a temporadas de lluvia es cuando más polen suele haber. Este año serán mayo y junio los peores meses para los alérgicos.
En días de mucho polen hay que evitar ir al monte y optar por ir a la costa, cerrar bien las ventanas de casa o del coche y no hacer deporte al anochecer. Estas son algunas de las medidas recomendadas.
«Desde hace dos semanas, y sobre todo en los últimos días hemos disfrutado de días muy hermosos, pero esto no va a durar mucho», anuncia a GARA el experto en metereología Pello Zabala. Antes de empezar la primavera algunos metereólogos afirmaban que ésta iba a ser una primavera calurosa y sobre todo seca. Pero el conocido franciscano aclara que «hemos tenido un invierno muy duro, y todavía no se ha acabado».
«Hace un año en estas fechas, ya estábamos sumergidos en la primavera, pero este año ha llegado casi un mes tarde» explica el metereólogo; «todavía no han florecido los campos», añade.
Aunque parezca que este invierno ya ha nevado y llovido lo suficiente, las témporas a las que es fiel Zabala, «han anunciado más nevadas y heladas para finales de marzo». Aun así, Zabala pronostica una primavera «en general bonita, sana y aireada, que arrancará a mediados de abril».
Zabala aclara que las témporas de hace dos semanas «anunciaron una primavera con un comienzo triste, pero, un final bueno».