Un informe de la onu denuncia la marginación de minorías en grecia
Un estudio elaborado por Naciones Unidas concluye que la situación de las minorías nacionales no ha mejorado en Grecia. El informe menciona las discriminaciones a las que tienen que hacer frente de manera cotidiana turcos, macedonios y gitanos y otros pueblos minoritarios del Estado heleno como albaneses, valacos, arvanitas y pomaks.
Martxelo DÍAZ
A pesar de las recomendaciones de los organismos internacionales, Grecia sigue sin reconocer la existencia de minorías étnicas en su territorio, a excepción de la comunidad musulmana de Tracia. El informe de la ONU fue publicado por el diario griego «Kathimerini» y difundido en la web «Le Courier des Balkans».
Según Gay MacDougall, experto independiente que colabora con Naciones Unidos en la cuestión de las minorías, Grecia no se enfrenta de manera adecuada a la protección de las minorías que viven en su territorio.
MacDougall ha reflejado en un informe los resultados de una investigación llevada a cabo en Grecia durante una visita que se prolongó del 8 al 16 de setiembre de 2008.
El objetivo de este trabajo es «promover la aplicación de la declaración de derechos de personas pertenecientes a minorías nacionales, étnicas, religiosas y lingüísticas». Para ello, MacDougall visitó diferentes regiones griegas y se entrevistó con representantes de los gobiernos estatal, regional y local, así como con dirigentes religiosos, agentes sociales y organizaciones ciudadanas.
El informe recuerda que «Grecia sólo reconoce a una minoría, la comunidad religiosa musulmana de Tracia occidental, que está protegida por las cláusulas del Tratado de Lausanne de 1923 [cuando Atenas cedió Tracia oriental y Esmirna a la Turquía de Atatürk]. Pero Grecia no reconoce la existencia de ninguna minoría más. El Gobierno está convencido de que esta existencia no está justificada».
A continuación, invita al Gobierno griego a superar el debate referente al reconocimiento de una minoría macedonia o turca en Grecia y a «centrarse en la protección de los derechos de autodeterminación, la libertad de expresión y la libertad de asociación de las minorías».
Asimismo, añade que «Grecia debe asumir completamente las decisiones del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, especialmente aquellas que autorizan la utilización de los términos macedonio y turco por parte de personas que reclaman libremente su pertenencia a estas realidades nacionales».
El informe constata también que se han producido discriminaciones contra los gitanos griegos, destacando que muchos niños de esta etnia, «debido a su origen, no tienen acceso a la educación o están separados del resto de los niños en las escuelas».
Marginación de gitanos en las escuelas
Por otro lado, el experto valora positivamente los esfuerzos desarrollados por el Gobierno griego en el desarrollo de políticas de discriminación positiva, llevadas a cabo por una coordinación ministerial dirigida por el Ministerio del Interior y desarrolladas a través del Programa de Acción para la Población Gitana.
Sin embargo, considera que existen «graves problemas en la aplicación del programa a nivel local, en particular en lo que se refiere a las condiciones de vida de los gitanos y a la discriminación que padecen en algunas escuelas públicas».
Nikola Gruevski, primer ministro de Macedonia, expresó su satisfacción por el contenido de este informe. Desde la ciudad de Stip, donde participaba en un mitin electoral, señaló que «nos esperábamos esto, no nos ha sorprendido. Puede ser que a algunos les haya extrañado, pero no a nosotros. El hecho de que este problema reciba la atención internacional es positivo, puesto que al otro lado de la frontera les cuesta mucho reconocer los hechos». Grecia mantiene un conflicto con Macedonia, a quien no reconoce ni siquiera el nombre, al considerar que pertenece a la tradición griega. Asimismo, una región griega, con capital en Salónica, se denomina Macedonia.
El Gobierno griego, por su parte, reaccionó a la publicación del informe, negando la mayor y lanzando acusaciones de que se buscaba dividir a la sociedad «en beneficio de intereses particulares». Atenas realizó una velada acusación a Turquía y Macedonia de querer interferir en sus asuntos internos. La ministra griega de Exteriores, Dora Bakoyannis, declaró que «Grecia es un estado democrático que respeta plenamente los derechos humanos y ningún informe puede cuestionar esta realidad».