Unos 150 bebés no sobreviven en los hospitales vascos cada año
La mortalidad en bebés se ha reducido de forma drástica en las últimas décadas, hasta llegar a una tasa difícil de rebajar, por el momento. Un estudio evolutivo en hospitales vascos revela que aquí esa cifra se reduce de forma más lenta que en otros países del entorno.
Joseba VIVANCO |
El 90% de muertes infantiles se da en los bebés prematuros. Sin embargo, los hospitales vascos ya sacan adelante a seis de cada diez recién nacidos de menos de un kilo. Pero aun así, cada año, la mortalidad en bebés suma más de un centenar de muertes.
La cifra, tomada de forma aislada resulta inquietante, pero es equiparable a la de otros sistemas sanitarios europeos de referencia, aunque con un pero: nuestra red sanitaria «muestra un lento descenso de las tasas de mortalidad perinatal -todas las muertes de neonatos nacidos vivos desde las 28 semanas de gestación a los 7 días de vida postnatal- y neonatal -antes de esas 28 semanas-, e incluso se puede hablar de un estancamiento en cuanto a las tasas de mortalidad neonatal».
Es la conclusión a la que llega el Grupo de Estudios Neonatales Vasco-Navarro, que agrupa a la totalidad de hospitales públicos y algunas clínicas privadas de Hego Euskal Herria, en un estudio publicado en el último número de la revista ``Anales de Pediatría'' y que evalúa esta mortalidad en el periodo comprendido entre 2000-2006.
En esos siete años se contabilizaron en estos centros hospitalarios 157.623 nacimientos, de los cuales 719 murieron antes de su expulsión o extracción del cuerpo de la madre, es decir, un centenar cada año, y 363 murieron antes de los 28 días de vida.
Este grupo de estudios, creado hace ahora nueve años, decidió cuantificar estas muertes y analizar sus causas, ya que se trata de una tasa de mortalidad indicativa del estado de salud de una población. Una tasa que en las últimas dos décadas ha mejorado, pero cuyos niveles actuales obligan a los neonatólogos a revisar los indicadores utilizados para valorar esas estadísticas.
La evolución de las tasas de mortalidad fetal, perinatal y neonatal muestran en el periodo analizado una «ligera tendencia descendente», observándose que entre los neonatos, la mayoría fallece dentro de la primera semana de vida. Entre las causas de las muertes, priman los fallos respiratorios, las infecciones perinatales y nosocomiales y las anomalías congénitas.
La comparación deja dudas
En base a estos resultados, los autores los han comparado con el entorno, llegando a la conclusión de que son similares a los hallados en el Estado español, al nivel de los de países como Suecia o Finlandia y por debajo de otros como Grecia o Portugal.
Eso sí, reiteran ese «estancamiento» en la tasa de mortalidad perinatal, entre las 28 semanas de gestación y los 7 días de vida. «Presenta una situación peor que lo observado en otros países», llegan a reconocer estos especialistas, reiterando, por tanto, que hay margen para la mejora.
Un vistazo a las causas de esta mortalidad en bebés desvela una tendencia en estos años ligeramente ascendente en el caso de las malformaciones congénitas y un ligero descenso en los fallos respiratorios
Adolfs Valls i Soler es responsable de la Unidad Neonatal de Cruces, centro hospitalario que coordina la red europea de investigación de bebés prematuros, EuroNeoNet, y es uno de los responsables de este estudio. Sobre los datos arrojados por los hospitales del Grupo de Estudios Neonatales Vasco-Navarro, reconoce los números «más elevados» de la tasa de mortalidad perinatal, que achaca a la mortalidad fetal. ¿Las causas? «No son claras -responde-. De hecho, estamos haciendo una investigación comisionada por Osteba para analizar los resultados de la asistencia perinatal en la CAV».
Precisamente, la prematuridad está en gran medida detrás de esas tasas. «Seguro que influye. Está la elevada edad materna al primer embarazo y también la proliferación de las técnicas de reproducción asistida, que en su caso aumentan la frecuencia de embarazos múltiples, aumenta esa prematuridad y las tasas de mortalidad perinatal». ¿Es imposible luchar contra esa elevada prematuridad? «No sé si es imposible o no, pero sí muy difícil. De hecho sólo un programa nacional en Francia lo logró en los ochenta, pero desde entonces la prematuridad ha seguido en aumento».
El estudio constata que el peso por debajo de los 1.500 gramos y el nacimiento antes de las 32 semanas contribuyen de modo importante a la mortalidad neonatal, a pesar de representar sólo el 1-2% del total de alumbramientos