Una vecina del barrio de Errotxapea de 30 años, que responde a las iniciales T.S.V., ha denunciado a GARA una agresión de la Policía Municipal de Iruñea tras irrumpir en su vivienda en la tarde del lunes por motivos que asegura desconocer. Esta persona dispone de un parte médico en el que constan las marcas provocadas por golpes. A su vez, está acusada de «atentado a la autoridad», según se le notificó en el Juzgado de Iruñea después de pasar casi un día entero en los calabozos.

La mujer detalló a GARA lo ocurrido. Este diario se puso en contacto después con la Policía Municipal de Iruñea para contrastar los datos, pero desde allí se indicó que «no entramos en estas polémicas» y que, en todo caso, «ya serán los tribunales quienes decidan lo que tengan que decidir».

Los hechos se produjeron en torno a las 17.00 del lunes, cuando la mujer entraba en su domicilio del barrio de Errotxapea. Dijo que al abrir la puerta dos personas se abalanzaron sobre ella, la metieron dentro de la casa a empujones y se identificaron como policías. En la casa había varios niños, entre ellos sus hijos, y también una hermana suya «que lo vieron todo».

Imputación de «atentado»

La mujer afirma que los agentes no precisaron el motivo de su actuación, pero parecían tener interés en entrar en la casa. «Les pedí que me enseñaran la placa, pero se negaron a ello. Me pegaron una bofetada, tengo un diente que se me mueve, y otros golpes en la cintura. Decían que eran de la UPA, o algo así».

T.S.V. admite que se resistió y les instó a que se fueran de allí, y que entonces los dos hombres llamaron por el móvil y apareció un coche-patrulla de la Policía Municipal con dos agentes uniformados. Afirma que fue entonces cuando recibió los golpes más fuertes en zonas como la cabeza.

Tras pasar toda la noche y la mañana en los calabozos de la Policía Municipal primero y del juzgado luego, la mujer pasó a disposición judicial, donde se le comunicó que puede ser acusada de «atentado a la autoridad» por el enfrentamiento físico producido en su domicilio y en las escaleras. Por contra, asegura que sigue sin saber el motivo de la intervención policial. Tras su liberación, acudió al hospital a solicitar un parte médico.

La mujer precisó que toma medicación por problemas sicológicos y que había ingerido «un par de martinis» por lo que podía estar algo ebria, «pero no había hecho nada, así que no entiendo que puedan actuar así por eso».