Los familiares del ex trabajador de Firestone-Bridgestone, Julián Manuel Zugazua Sáenz de Nanclares, que falleció en agosto de 2007 por un cáncer derivado del contacto con el amianto, han solicitado a Osalan que «realice una investigación profunda sobre el amianto en las instalaciones de esa multinacional». Una sentencia de finales de febrero de este año del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco ha condenado a Firestone-Bridgestone a pagar 75.000 euros a la viuda e hijos del ex trabajador «por daños y perjuicios por la enfermedad profesional contraída en esa empresa».

Según el reciente fallo judicial, se da por probado que en la planta de Basauri «se emplea amianto como aislante térmico exterior en las tuberías de vapor». El ex trabajador fallecido, Julián Zugazua, realizó su trabajo en contacto con ese mineral cancerígeno sin que la dirección de la empresa «adoptase las medidas de prevención y protección adecuadas», pero tampoco llevó adelante «las mediciones de concentración ambiental de polvos de asbesto».

A la vista de la confirmación de la sentencia por el alto tribunal, los familiares han reclamado a Osalan que «se permita hacer una investigación profunda sobre en amianto en las instalaciones de Firestone-Bridgestone». También reconocen que, tras las diferentes denuncias de la familia de Julián Zugazua, «se ha podido comprobar que parte de las tuberías, que estaban revestidas con amianto pero sin la protección adecuada, han sido cambiadas. «Suponemos -indican los familiares del ex trabajador- que se ha hecho con el fin de que una investigación posterior no pueda comprobar la existencia de amianto en las instalaciones, que se encuentran encima de la cabeza de los trabajadores».

Vigilancia específica

Recuerdan a Osalan que «se debería comprobar qué medidas de seguridad se adoptaron por parte de Osalan y de la empresa que en las tareas de desmantelamiento de las tuberías de amianto». También se preguntan si el organismo que dirige Ignacio Murgia conoció el cambio de esas instalaciones con amianto. Es más, los familiares recuerdan que «de forma inmediata se debería aplicar el protocolo sobre el amianto en Firestone-Bridgestone», lo que conllevaría que todos los trabajadores de ese centro de producción deberían sumarse a controles de vigilancia específica para prevenir el cáncer entre los compañeros del ex trabajador.

Por otro lado, también se ha conocido que la Seguridad Social de Gipuzkoa ha concedido al ex trabajador de Rezola, Ezekiel Illarramendi, la pensión de incapacidad permanente en el grado de «absoluta para todo trabajo». El trabajador solicitó a Osalan un informe para que el mesotelioma que sufre fuera declarado enfermedad profesional debido a la exposición al amianto que sufrió a lo largo del transcurso de su vida laboral en Cementos Rezola, en la planta de Añorga, en Donostia.

El informe oficial reconoce que «se considera muy probable que durante los años transcurridos en Cementos Rezola el trabajador frecuentara ambientes con exposición a amianto». Illarramendi, en una entrevista concedida a GARA, subrayó la existencia de amianto y dijo que la dirección le conminó a que no generara «alarma social» entre el resto de trabajadores, ya que la multinacional Italcementi cuenta con otras plantas.

También se conoció que la Seguridad Social de Araba rectificó y consideró de origen laboral el cáncer profesional que causó la muerte de Francisco Javier Martínez Díaz de Zugazua, ex trabajador de Michelin de Gasteiz, que falleció en noviembre del pasado año. Después de un informe que denegó la existencia de amianto, se removió el expediente y se ha comprobado la existencia del mismo.

Por último, el próximo martes se verá una demanda de la familia de Julián Herreras Vázquez, ex trabajador de Babcock que falleció de un mesotelioma pleural, un tipo de cáncer.