Alrededor de dos centenares de estudiantes dejaron a un lado los centros de estudio y se manifestaron ayer por las calles de Iruñea con el objeto de denunciar «el control social y policial» que sufre el alumnado dentro y fuera de los centros educativos de Iruñerria.

La marcha, convocada por Ikasle Abertzaleak bajo el lema «Iruñerriako salbuespen egoeraren aurrean, ikasleria eraikitzera», partió a las 18.00 horas desde la antigua estación de autobuses y tras recorrer el centro de la ciudad llegó a su meta en la plaza del Castillo.

Los estudiantes describieron, mediante una parodia, la situación que padecen día a día en sus respectivos centros de estudio, donde según precisaron, «la vulneración de los derechos del alumnado es nuestro pan de cada día». A juicio de Ikasle Abertzaleak, para los directores, jefes de estudio y profesores de los centros de educación «todo lo que hacemos es ilegal», y censura que lo único que pretenden es que los alumnos «estudien y aprueben los exámenes». «Nos quieren educar como personas acríticas e infantilizadas», criticaron los estudiantes congregados en la plaza iruindarra.

Los representantes de Ikasle Abertzaleak afirmaron que la libertad de expresión, de reunión y de organización «brillan por su ausencia» en los centros de educación de Iruñerria. Asimismo, explicaron que las prohibiciones y amenazas sufridas en los últimos meses «se pueden contar por docenas».

Pero todo no acaba ahí, ya que según el movimiento estudiantil fuera de los centros de educación el control policial es «acosador en manos de agentes de todos los colores». Los representantes de Ikasle Abertzaleak apuntaron que el objetivo de este control social es «desactivar el movimiento estudiantil».

Sin embargo, aseguraron que no lo conseguirán, «no estamos dispuestos a aguantar más esta situación», apostillaron. Es más, precisaron que ante este estado de «excepción» los estudiantes han optado por la «construcción»; «crearemos un frente estudiantil que venza a los opresores», sentenciaron.

Mostraron su compromiso por seguir trabajando «duro» para conseguir todos y cada uno de los derechos que les corresponden y aseguraron que ya no temen «ni a los expedientes ni a las amenazas».

Esta protesta se enmarca en la campaña «Iruñerriko salbuespen egoeraren gainetik» que el Ikasle Abertzaleak está desarrollando desde comienzos de año, donde han recabado numerosas adhesiones en la línea de «construir una masa de estudiantes que haga frente a la continua vulneración que padecen».