«Mascherano y diez más», el estandarte de Maradona en su estreno oficial como técnico albiceleste
El «d10s» argentino inicia este fin de semana, con los compromisos ante Venezuela y Bolivia, su andadura oficial como seleccionador nacional. Su filosofía futbolística, diferente de la que mantuvo como jugador, sitúa al mediocentro del Liverpool como eje de su proyecto.
Beñat ZARRABEITIA
No deja indiferente a nadie. Diego Maradona siempre suscita todo tipo de comentarios. Los últimos han llegado tras unas declaraciones en las que no dejaba títere con cabeza. Bilardo o Valdano fueron algunos de los que sufrieron las embestidas de El Pelusa. Ayer mismo, además, volvió a la carga ironizando sobre la virginidad de Pelé.
Por encima del bien, del mal y del limbo, Maradona es todo un símbolo en Argentina. El ser capaz de ganar prácticamente él sólo un Mundial -el resto de futbolistas con los que contaba la albiceleste en México 1986 difícilmente hubiera pasado de octavos- en uno de los momentos más convulsos de la historia de su país le elevó a la categoría de Dios. Por ello, no son pocos los que le han perdonado espectáculos tan lamentables como la tangana que provocó en la final de Copa de 1984, disparar a varios periodistas en su finca y, sobre todo, su tormentosa relación con las drogas.
Muy recuperado tras su paso por Cuba, El Pelusa recibió el pasado mes de noviembre la invitación para entrenar a la selección absoluta. La derrota del equipo en Chile provocó la destitución de Basile. Se especuló entonces con Simeone, El Chicho Batista, Miguel Ángel Russo o Bianchi, pero la Asociación de Fútbol Argentino (AFA) sorprendió a todos optando por el mito. La hinchada acató la decisión debido al factor emotivo del personaje, ya que su trayectoria en los banquillos se reducía a dos breves e histriónicos pasos por el Mandiyú de Corrientes en 1994 y por Racing un año después.
Su debut se produjo el 19 de noviembre en Hampden Park ante Escocia. Los sudamericanos ganaron por cero a uno en la primera toma de contacto de Maradona como director técnico de Argentina. Este fin de semana llega la hora de la verdad, se estrena en las eliminatorias previas al Mundial de Sudáfrica de 2010. Los albicelestes son terceros, por detrás de Paraguay y Brasil, y cuentan con 16 puntos en su casillero, los mismos que Chile. A priori, los dos rivales a los que se enfrenta, Venezuela y Bolivia, son asequibles.
Por el momento, lo que más ha sorprendido de Maradona es su confianza en los jugadores que militan en la Liga Argentina -llevándose un total de siete en su última lista- y, sobre todo, sus declaraciones en las que afirmaba que su equipo lo compondrán «Mascherano y diez más». El asombro ha sido mayúsculo, ya que uno de los jugadores técnicamente más brillantes de la historia apuesta por la figura de un futbolista de corte defensivo dentro de un plantel que cuenta con la brillantez de Messi o Agüero.
Dinamita sobrante en ataque
Para la portería, ha decidido otorgar los galones a Juan Pablo Carrizo. El meta de la Lazio parte con ventaja ante Mariano Andújar, de Estudiantes de la Plata, y Federico Vilar. Así, todo parece indicar que las etapas de Pato Abbondanzieri y Leo Franco han tocado a su fin. Dos jóvenes como el lesionado Ustari y Sergio Romero, suplente en el AZ holandés, tendrán que esperar su oportunidad. En la retaguardia, Maradona ha apostado por una mezcla entre la veteranía encarnada por Heinze, Cata Díaz o Walter Samuel y la juventud de los noveles Emiliano Papa, Angeleri y Forlín, que podría debutar.
Mascherano es indiscutible en la medular, mientras que Riquelme ya no volverá a la selección. El actual 10 de Boca, heredero del mítico dorsal de Diego, lo ha dejado por desavenencias con el mito. Gago, Lucho González, Maxi y Jonás serán otros futbolistas que doten de solvencia al centro del campo albiceleste. La presencia de Juan Verón, ya con 34 años sorprende, al igual que la vuelta de Battaglia y Ariel Montenegro. Un futbolista que en su día pasó con mucha más pena que gloria por Osasuna en la época de Lotina.
En ataque tampoco hay discusión, Messi y Kun Agüero, yerno de Maradona, son las primeras opciones. Tévez gozará también de mucho protagonismo, mientras que El Pocho Lavezzi, Diego Milito, Lisandro López y Di María se repartirán el resto de opciones. Mimbres no le faltan a una selección que se permite el lujo dejar fuera a delanteros de la talla de Gonzalo Higuaín, Germán Denis o Julio Cruz. Lo dicho, un combinado muy por encima de «Mascherano y 10 más».