No le faltará motivación al Arrate para afrontar el encuentro de ida de los cuartos de final de la Copa EHF -Ipurua, 17.45-, un choque histórico ante el CAI Aragón, que se desplazará a Eibar bajo mínimos. La idea es conseguir la máxima renta posible y poner las bases con las que asentar su pase a las semifinales de la competición europea.

Será un partido en el que se medirán dos equipos que se conocen de sobra y que están habituados a ganar sus compromisos directos cuando juegan como locales. De hecho, el técnico albiazul, Julián Ruiz, espera una eliminatoria «igualada» entre dos conjuntos que «no se van a sentir asustados» en la cancha del rival.

El mayor problema para los locales es la duda hasta última hora de Ivo Díaz, que no se ha recuperado por completo. Algo parecido ocurre con el extremo derecho Javier Arroyo, aunque el único descartado de antemano es Marc García.

El cuadro eibartarra contará con el apoyo extra de un pabellón que se espera tenga una magnífica entrada. Así, se confía en rozar el lleno de sus 2.500 asientos, a pesar de que los abonados tendrán que pagar diez euros para ver el partido.

Ruiz auguró un envite «duro», especialmente por la fortaleza del centro de la zaga aragonesa, formada por Prendes y Arrhenius, en el que quien sea capaz de «correr un poco más» tendrá mucho ganado. Pese a la dificultad del choque, el preparador del Arrate mostró su optimismo si los suyos mantienen el mismo tono exhibido en sus dos últimas salidas ante el Ciudad Real y el Valladolid.

Liga: Portland, con cuatro bajas

Después de un parón de casi dos semanas, el San Antonio regresa a la competición liguera frente al Naturhouse -Palacio de los Deportes de Logroño, 20.00- con el hándicap de las cuatro bajas de Dominikovic, Nikcevic, Urdiales y Ruesga, pero con la obligación de superar a los riojanos para mantener el tercer puesto y no perder comba.

Además, Vugrinec y Jakobsen no estarán al cien por cien, lo que lleva al técnico antoniano, Chechu Villaldea, a catalogar el encuentro de «incógnita». «Siempre nos cuesta un poco arrancar, pero confío en que no nos pese demasiado. Quedan diez partidos que son diez finales para mantenernos arriba y lograr clasificarnos para la Liga de Campeones», manifestó.

Aunque el pasado mes de enero Portland ganó dos amistosos al Naturhouse, Villaldea no se fía y espera un rival «difícil de batir, porque la Liga es otra historia y van a salir mucho más metidos. Se trata de un equipo joven que basa su juego en la velocidad, defienden muy agresivo y juegan con desparpajo».