El PP mantendrá su pugna con el PSOE pese al acuerdo con el PSE
El PP, que visualiza un enfrentamiento abierto con el PSOE en Madrid y un acercamiento a marchas forzadas en Gasteiz, aclaró ayer que la pugna política que mantienen con Ferraz en el Estado español no afectará a los acuerdos del PP vasco con el PSE. El PNV, por su parte, reiteró su intención de presentar la candidatura de Ibarretxe para ser investido lehendakari.
GARA |
Poco después de que el PP vasco y el PSE alcanzasen el preacuerdo por el que Patxi López será investido lehendakari, la portavoz del PP en el Congreso español, Soraya Sáenz de Santamaría, aclaró el criterio político de su formación al subrayar que el acercamiento habido en Gasteiz no repercutirá en el enfrentamiento abierto que mantienen los dos partidos españoles en Madrid.
Sáenz de Santamaría apuntó que en el PP «todos» están «ilusionados» con el posible cambio de gobierno en la CAV, y apuntó que «el PP es el partido interlocutor de la sensatez y de una alternativa que se necesita en el País Vasco». Acto seguido, añadió que ese cambio «también es necesario en España, sobre todo en la política económica».
Un apartado, el de la crisis económica, que en las últimas semanas ha incrementado aún más si cabe el enfrentamiento abierto entre los dos partidos, como también ha ocurrido al hilo de la retirada de las tropas españolas de Kosovo.
La «puntilla» de Zapatero
«Si en Madrid se diera la oportunidad que ha habido en Euskadi, no la desaprovecharíamos», concluyó la portavoz del PP en el Congreso español.
«Una oportunidad de cambio» mediante un acuerdo entre las dos formaciones que el presidente del PP de la CAV, Antonio Basagoiti, describió como «la rebelión de los que llevamos escolta y que queremos que nadie más la tenga que llevar».
Por su parte, la formación que ha dirigido durante los últimos treinta años el Gobierno de Lakua, el PNV, reiteró ayer que registrarán en la Cámara de Gasteiz la candidatura de Juan José Ibarretxe a lehendakari.
El presidente del EBB del PNV, Iñigo Urkullu, insistió en que «la arrogancia» del PSE, al que acusó de desdecirse de «todos sus compromisos» con tal de «condenar al ostracismo» a la formación jeltzale por «el ansia de tener Lehendakaritza como trofeo», será la «puntilla» para el Ejecutivo «casi muerto» de José Luis Rodríguez Zapatero.
Respecto a los resultados electorales, Urkullu se mostró convencido de que «todos estamos a las puertas de la posibilidad de recomposición del nacionalismo institucional a términos anteriores a 1986» -fecha en la que se dio la escisión entre PNV y EA-, objetivo para el que mostró la «disposición» del partido que dirige desde Sabin Etxea.
El presidente del PSE, Jesús Eguiguren, afirmó que «los socialistas vasquistas» son quienes han llevado «el constitucionalismo al poder en Euskadi».