FINAL DEL CAMPEONATO DE PAREJAS
El Ģefecto Irujoģ le debe una cena a la constancia de Fernando Goņi
El Campeonato de Parejas más exitoso de los últimos años tuvo el colofón que se merecía. Martínez de Irujo y Goñi III se llevaron las txapelas en un disputadísimo encuentro que tuvo, además, un final de auténtico infarto. Una escapada de Fernando Goñi con el 21 iguales dio el triunfo a la dupla de Aspe, que completó de esa manera, un magnífico campeonato. Todas las miradas estaban puestas en Irujo, pero la constancia de Goñi acabó salvando a su delantero.
OLAIZOLA II - MENDIZABAL II 21
IRUJO - GOÑI III 22
Asier AIESTARAN | DONOSTIA
Preguntado por el gran estado de forma que atraviesa últimamente Juan Martínez de Irujo, Jokin Etxaniz remarcaba en sus declaraciones previas a la final del Parejas que la ayuda que le pudiera ofrecer Fernando Goñi en la zaga sería la clave para poder ganar el título. No pudo estar más acertado, ya que el partidazo que firmó el zaguero de Zubiri, que acabó con el casillero de errores totalmente inmaculado, permitió a los de Aspe proclamarse como flamantes campeones de la modalidad.
A sus 36 años, Goñi volvió a demostrar que es un seguro de vida cuando las cosas se ponen serias. Que un pelotari haya disputado cuatro grandes finales y que en las cuatro se haya hecho con la victoria (2001, 2004, 2005 y 2009) demuestra la capacidad del mismo para afrontar retos de enjundia. Su admirable trabajo defensivo en el 5-10 y en el 8-12, por ejemplo, arrancó algunas de las mayores ovaciones de la tarde, y la confianza que transmite a un delantero como Martínez de Irujo, vale su peso en oro.
Esas virtudes multiplican su valor cuando el partido resulta tan igualado como la final disputada ayer en el Atano. Hora y media de partido y 660 pelotazos a buena, para que el ganador se decidiera gracias a una escapada de Fernando Goñi que Aimar Olaizola no pudo levantar. Hasta ese momento, las continuas alternativas en el marcador pusieron a prueba los corazones de los casi 2.000 aficionados que abarrotaron el recinto donostiarra.
El espléndido pelotazo al rebote de Olaizola para lograr el 20-19 y el fallo garrafal de Irujo que ponía el luminoso con 21 iguales fueron dos buenos ejemplos de que las txapelas podían caer de cualquier lado. Al final, la suerte sonrío a Martínez de Irujo y Goñi III, que reeditaron de esa manera el triunfo que ya cosecharon juntos en la edición de 2005 exactamente en el mismo escenario.
El sufrimiento de Mendizabal
Pero si la sensación que daba Fernando Goñi era la de poder seguir jugando otras dos horas sin perder pelota, el rostro de Oier Mendizabal, en cambio, transmitía bastante más sufrimiento. Como era de esperar, y siguiendo en la línea de sus últimas apariciones, Martínez de Irujo no dudó a la hora soltar el látigo para hacer mella en el zaguero rival, y el delantero de Ibero logró su objetivo en más de una ocasión.
No es que Mendizabal hiciera un mal partido, ni mucho menos, sus números no fueron malos y el hecho de que al final los colorados estuvieran a punto de adjudicarse la victoria habla por sí solo. Pero es cierto que el pequeño bache que atravesó Oier mediado el encuentro propició que la pareja azul lograra escaparse en el marcador.
Un buen pelotazo atrás de Irujo que Mendizabal no pudo responder, una pelota que al de Añorga se le fue arriba, un tanto de saque y una preciosa dejada de Irujo en el txoko se traducían en un parcial de 4-0 a favor de azules que dejaban el partido con un resultado de 11-17. Parecía que el choque se podía romper definitivamente a favor de Irujo y Goñi, que atravesaban su momento más dulce, y Roberto García Ariño se veía obligado a consumir el tercer descanso. La cosa no funcionaba y los de Asegarce tenían que cambiar el rumbo del partido para mantener sus opciones de victoria.
Final de infarto
Como no podía ser de otra manera, fue Aimar Olaizola el que, en una demostración de pundonor, cogió la responsabilidad de igualar el choque. El de Goizueta, que una vez más acabó el encuentro con unos números fabulosos -hizo 13 tantos y sólo perdió tres pelotas-, comenzó a arriesgar más en el juego, intentándolo desde el saque-remate cuando tuvo la ocasión.
De ese modo, los colorados también firmaron su parcial particular y pusieron el partido al rojo vivo. Dos buenas cortadas al txoko de Aimar que Irujo no pudo levantar, una escapada de Mendizabal, un bonito gancho de Olaizola y el citado pelotazo al rebote servían ahora para que la pareja de Asegarce encadenara cinco tantos y se adelantara 20-19 en un marcador que no ganaba para sustos.
El protagonismo cambió de lado, y en ese momento fue Martínez de Irujo el que se quiso reivindicar con dos buenos tantos -un pelotazo atrás y una cortada de antología- para dar la vuelta al resultado y ponerse a un tanto del triunfo (20-21). Pero todo ese trabajo pudo ir finalmente al traste por el incomprensible error que cometió a continuación. Mandó un derechazo bajo chapa en una pelota franca en el ancho.
Al final, y con 21 iguales, la afortunada escapada de Goñi III sirvió para que los de Aspe se conviertan en los campeones de una competición que ha estado marcada por la igualdad y las magníficas entradas registradas. Pero en esta ocasión, el gran tirón entre el público que tiene Irujo se rinde, aunque sea por un día, ante la constancia de Fernando Goñi. El conocido «efecto Irujo» le debe una cena.
La única nota negativa de la fiesta que ayer vivió el Atano fue la lamentable actuación de un individuo que lanzó varios cubitos de hielo sobre la cancha desde la grada. Sucedió con el 18-19 en el marcador y el tanto que se estaba disputando tuvo que ser parado. Miembros de la organización sacaron a la persona del frontón.
A.A.
El marcador tan ajustado que dejó la final del Parejas reflejaba el duro trabajo que tuvieron que realizar los cuatro pelotaris protagonistas de ayer. Goñi III describía así el partido: «Parece que estaba escrito. Todos los partidos del campeonato han sido muy duros, con marcadores muy ajustados».
Irujo, por su parte, bromeaba con el final inesperado del choque: «Ha hecho una dejada éste -refiriéndose a Goñi III- del siete y la txapela para casa».
La polémica también estuvo presente a causa del material. Según el delantero de Ibero, «para mí han cambiado el material del jueves a hoy. Llevo tiempo diciendo que las elecciones de material no sé para qué valen». Irujo también se quejó de los numerosos descansos tomados por los rivales.
Entre las dedicatorias, Irujo no se quiso olvidar de todos los aficionados, ni de la propia empresa. Goñi III, por su parte, dedicó la txapela a la familia de un amigo de Zubiri recientemente fallecido.
La noche fue, seguramente, muy larga para los vencedores de la txapela, que celebraron el triunfo en el La Runa, junto a unas 130 personas.
Tras el encuentro, Oier Mendizabal se mostraba satisfecho con el partido y el campeonato realizado: «A pesar de la derrota, creo que tenemos que estar satisfechos. Creo que es bastante más duro perder 22-5 e irte a casa derrotado, pero hemos estado ahí, hemos estado a un tanto de ganar la txapela».
Aimar Olaizola, por su parte, mostraba su opinión acerca del choque: «Perder siempre es duro. Me han pasado a mí y a Oier le han arrimado mucha pelota que era difícil de llevar. Yo, por mi parte, he estado centrado, he intentado ayudarle todo lo que he podido. En la segunda parte hemos jugado mejor, pero al final no ha podido ser y hay que felicitarles».
Preguntado por la polémica suscitada a causa del material, el delantero de Goizueta recalcaba que «hoy también todo el mundo habrá visto que nuestras pelotas eran bonitas y ellos han jugado casi todo el rato con las nuestras. Se ha visto que no tenían razón».
La pareja de Asegarce no ha podido lograr la segunda txapela consecutiva, pero Olaizola II afirmó que «hemos demostrado que formamos una buena pareja. Yo, por lo menos, firmaría para jugar de nuevo con él».
Arratsaldeko bostak laurden gutxi. Atano III.a pilotalekuko ingurua jendez gainezka ageri da. Anoeta futbol-zelaiaren kanpoaldean Oier Mendizabal animatzen duten 30 bat pertsonaren oihuek giroa alaitzen dute. «Oier, Oier, Oier Mendizabal» kantak jaiegun isila berpizten du.
17.00ak, Atano III.eko atean. Jendea, jarraitzaileak, pilota maite duten guztiak urduritasunez eta pozez gainezka barrura sartzeko itxaroten daude. Barruan, animatuenak tabernan dira dagoeneko eztarria bustitzen. Bertako langileak, bitartean, atsedenik gabe jo eta ke lanean.
Kantxara hurbilduta, pilotaren soinua jarraitzaileen animo oihuekin nahasten da. Hasi al da ba finala? Aurreratu behar zena baino ordubete gehiago aurreratu al dute ordularia? Ez. Lau pilotari ari dira jokatzen, baina hauek ez dira eguneko protagonistak.
Pilotalekua pixkanaka betetzen hasi da. Pertsona ospetsuak ageri dira jada korridoreetan. Arnaldo Otegi politikaria eta inoiz hutsik egiten ez duen Karlos Arguiñano sukaldaria hortxe dira. Futbolarekin lotutako jende ugari ere badago: Realeko Dani Estrada jokalaria, Joseba Llorente Vila-real taldeko aurrelaria, Osasunako Cesar Cruchaga eta Patxi Puñal nafarrak eta Athleticeko Koikili eta Ustaritz bizkaitarrak. Talde zuri-gorriaren historian protagonista izandako Jose Maria Arrate presidente ohiak eta Ismael Urzaiz jokalari ohiak ere ez dute finala galdu nahi. Alaveseko presidente izandako Gonzalo Anton ere bertan dago.
Pilotarien artean, hor dira saltsan Koka pilotari donostiarra jarraitzaileekin argazkiak ateratzen, Berasaluze IX.a eta Mikel Olazabal. Pilotari ohiak ere ikusleen artean agertzen dira, hala nola Patxi Eugi eta Errasti, besteak beste. Pilotalekuko palkoan ere goi karguak dituzten beste zenbait pertsona ere badira: Kutxako presidente Xabier Iturbe edota Gipuzkoako Foru Aldundiko Kirol diputatu Iñaki Galdos.
18.30. Hasi da azkenean final handia. Jarraitzaileek ezin dute eserita egon eta pilotariak etengabe animatzen dihardute. «Aimar, Irujo, Aimar, Irujo...» edota «Mucho Goñi, mucho Goñi, eh, eh» dira behin eta berriz entzuten diren leloak. Euskal presoak ere gogoan dituzte zaleek.
Partida berotuz doan heinean, oihuak gero eta ozenagoak dira, ez dute ondokoaren hitzak entzuten uzten. Baina, azken finean, horrek bihurtzen du pilota hain kirol ederra.
I. CARRILLO