Camino de Ajuria Enea
En adelante, puede haber sustos en la Mesa
Iñaki IRIONDO
Mañana se procederá a la elección de la nueva Mesa del Parlamento, que tendrá una novedad sobre todas las que se han elegido hasta la fecha: cualquiera de sus componentes puede ser sometido a una especie de moción de censura y sustituido cuando la mayoría parlamentaria así lo decida. Es una de las novedades que se ha introducido en la reciente reforma del Reglamento. Me lo comentaba ayer un ujier de la Cámara y hago constar la fuente porque creo que es de ley que se sepa que esas personas uniformadas que vemos llevando y trayendo vasos de agua o sobres y notas saben de los entresijos parlamentarios mucho más que algunos de los que ocupan los escaños y, sin duda, más que muchos periodistas. Dicho queda.
El caso es que hasta ahora, cuando alguien era elegido miembro de la Mesa, se convertía en inamovible. Sin embargo, con el nuevo reglamento un mínimo de dos grupos o un quinto de los parlamentarios pueden proponer el cese de cualquiera de ellos, y si se aprueba por mayoría absoluta, habrá de dejar el cargo para pasar a elegirse un sustituto.
Esto significa que, puestos a malas, PSE y PP, que suman 38 escaños, podrían en cuanto quisieran cesar a los dos miembros del PNV que se elijan mañana para la Mesa y sustituirlos por dos componentes de la «nueva mayoría del cambio». Pero significa también -ojo al dato- que si algún día el PSE rompe con el PP, podría de la mano del PNV desalojar de la presidencia a Arantza Quiroga y poner en su lugar a un o una jeltzale.
La novedad reglamentaria resulta interesante, puesto que lo que hoy apenas es una mera elucubración mañana puede convertirse en noticia; que los vientos del cambio son muy caprichosos.