LAB cree que es hora de que los trabajadores frenen las consecuencias de la crisis
LAB secundó ayer en todas las comarcas de Euskal Herria la movilización internacional de la FSM e hizo un especial llamamiento en Iruñea y Bilbo a trabajar para concienciar a la sociedad para que la huelga del 21 de mayo sea una respuesta a «los empresarios y gobiernos».
Juanjo BASTERRA |
Jabi Garnika, secretario general adjunto de LAB, participó en Iruñea junto a delegados sindicales en una manifestación que terminó en el Paseo Sarasate siguiendo la consigna de la Federación Sindical Mundial (FSM) de una movilización internacional de los trabajadores y las fuerzas progresistas del mundo con el objetivo de «exigir que la crisis la paguen los que la generaron y no los trabajadores ni los pueblos, víctimas del neoliberalismo», como indicó en un comunicado la internacional, a la que está adscrita LAB.
Garnika explicó a GARA que la movilización se enmarca en una respuesta directa de los trabajadores contra quienes han generado la crisis, pero también «de denuncia ante la cumbre del G-20, porque van a abordar la misma, sin tener en cuenta las necesidades de los trabajadores». A juicio del secretario general adjunto de LAB, «parece que la crisis no tiene nombres y apellidos, pero está claro que son las élites económicas y los gobiernos los responsables, unos por acción y otros por omisión o sumisión».
En este sentido, enmarcó la huelga general para el 21 de mayo en Hego Euskal Herria, en la denuncia clara contra la patronal, «que se hace víctima de esta situación», pero también en la necesidad de destacar «la solidaridad con la clase trabajadora y la sociedad en general para activar la respuesta contra esa crisis».
Garnika destacó en Iruñea que desde octubre los sindicatos venían «protestando de forma individual», pero «nos hemos puesto de acuerdo, porque coincidimos en el diagnóstico y en la respuesta, para llevar adelante la huelga general». A partir de este momento llamó a trabajar para concienciar sobre la misma y, sobre todo, a activar «un proceso ofensivo más allá del día después de la huelga».
En Bilbo, Ainhoa Etxaide encabezó la marcha que delegados de LAB iniciaron en la sede del BBVA en Gran Vía y finalizaron ante Confebask. Allí se produjo un despliegue de la Ertzaintza, una vez que arreciaron los gritos «así, así, ni un paso atrás, frente a la crisis huelga general» «Krisiaren aurrean aldaketa soziala», entre otras.
Etxaide destacó el importante paso dado por la mayoría sindical con la convocatoria de la huelga general. «La mayoría sindical vasca hemos dicho basta. Hasta aquí hemos llegado. Tenemos que avanzar hacia un reparto justo de la riqueza, en donde se priorice un modelo a favor de la mayoría social y no a favor sólo de la minoría».
Pidió el fin de las ayudas públicas que van a parar «a los bolsillos de los empresarios y la élite económica».
La central llevó a las cabeceras de comarca el llamamiento de la internacional en contra de la explotación de los trabajadores y para que la crisis la paguen quienes ha han generado. También fue una crítica rotunda al G-20, donde no llegarán soluciones porque «no representa a los trabajadores».
Jabi Garnika, secretario general adjunto de LAB, llamó a trabajar en la concienciación de la sociedad para que participe en el paro general de mayo, pero también recordó que a partir de la huelga se tiene que activar un proceso ofensivo de la clase trabajadora frente a los responsables de la crisis económica.