El presidente del Partido Popular español, Mariano Rajoy, se desplazó ayer a Gasteiz para reunirse con el grupo parlamentario de su partido en la Cámara autonómica y trasladarles que está «enormemente satisfecho y muy orgulloso» por el pacto alcanzado con el PSE, que espera que sirva no sólo para hacer un cambio de personas en el Gobierno de Lakua, sino también «un cambio de políticas».

De momento, lo que va a visualizarse hoy mismo es que PSE y PP aprovecharán la mayoría obtenida en un Parlamento trucado para acceder a su presidencia y dominar la Mesa. Arantza Quiroga será la encargada de dirigir en adelante la Cámara autonómica. Rajoy aseguró ayer que ésa es «la imagen del cambio; una mujer del PP presidiendo el Parlamento Vasco».

Como vicepresidenta primera le acompañará en la Mesa Blanca Roncal, del PSE, y el vicepresidente segundo será Iñigo Iturrate, del PNV. La secretaría prime- ra la ocupará Jesús Loza, también del PSE, y la segunda, el jeltzale Mikel Martínez.

Aralar, que había pedido un hueco en la Mesa, se quejó ayer de que el PNV no le cediera uno de sus asientos, afirmando que es un mal comienzo para el trabajo en común entre abertzales.

Visita al Parlamento

El presidente del PP español, Mariano Rajoy, acompañado de algunos otros altos cargos de su partido, visitó ayer la Cámara de Gasteiz para felicitar a sus tre parlamentarios (dos menos que en la legislatura pasada pese a la ilegalización de la izquierda abertzale), hacerse unas fotos en el salón de plenos, comparecer ante los medios de comunicación para dar cuenta de su satisfacción por el pacto alcanzado con el PSE y participar después en un encuentro con militantes y cargos del partido.

Rajoy mostró ante los periodistas su satisfacción por la forma en la que el PP de la CAV había conducido la crisis tras la dimisión de María San Gil (lo que llamó eufemísticamente «meses de circunstancias no fáciles») y por cómo había afrontado la campaña y también las negociaciones con el PSE.

Incidió en la necesidad de que el cambio llegue a la formas de hacer política, e incluso lo consideró «necesario y urgente» después de que «los mismos hayan estado gobernando durante treinta años», lo que había provocado que su «proyecto estuviera agotado» y que «muchas de las cosas que hacían no eran buenas» para los vascos.

Según Rajoy, el pacto alcanzado con el PSE es «coherente con la historia del partido» y con «lo defendido durante la campaña». «No hemos engañado a nadie; todo el mundo sabía que el PP se presentaba a las últimas elecciones para propiciar el cambio político», añadió.

El presidente del PP quiso recordar a «los compañeros que han perdido la vida como consecuencia de la barbarie terrorista», de quienes dijo que «estaban defendiendo unas ideas que ahora se han incorporado al documento político que hemos firmado con el PSE».

Preguntado sobre si el acuerdo con el PSE quedaba a salvo de la guerra entre partidos en Madrid, Rajoy se limitó a decir que todo el partido apoyaba lo hecho por el PP de la CAV y apuntar la voluntad de cumplir lo pactado. En esta línea, manifestó que «queremos ser leales y coherentes», para añadir a continuación que «sabemos lo que hemos firmado y queremos dar cumplimiento a lo que hemos firmado».