Nuclenor, la empresa propietaria de la central nuclear de Santa María de Garoña, notificó ayer al Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) una parada no programada provocada «por una reducción de carga superior al veinte por ciento». Este incidente fue denunciado el domingo por Greenpeace y Ecologistas en Acción, que acusaron a la dirección de la planta burgalesa de ocultar el incidente al CSN.

Siguiendo el procedimiento reglamentario, Garoña ha comunicado al CSN que la parada se produjo durante el proceso de arranque de la central, tras realizar unos trabajos de recarga que, entre otros aspectos, incluyen la sustitución e inspección del combustible, el mantenimiento de los equipos y las modificaciones de diseño previstas, precisaron en un comunicado desde la central.

Tras estas pruebas comenzó el proceso de arranque y se detectó que una de las tres válvulas de alivio y seguridad no abría correctamente. Por ello, aunque la parada no era «requerida», puesto que con dos válvulas se cumplen los requisitos previstos en las Especificaciones Técnicas de Funcionamiento, el titular de la central decidió llevar la instalación a parada fría para realizar la reparación oportuna.

El suceso ha sido clasificado con un nivel ``0'' en la Escala Internacional de Sucesos Nucleares (INES) y «no ha supuesto riesgo alguno para las personas ni para el medioambiente», según Nuclenor. La escala internacional INES, a la que el Estado español se sumó en 1990, clasifica cada suceso en una escala del 0 al 7 teniendo en cuenta tres criterios: el impacto fuera del emplazamiento, el impacto en el emplazamiento y la degradación de la defensa en profundidad.

Los sucesos correspondientes a los niveles bajos (1 a 3) se denominan «incidentes» y los más altos (4 a 7) «accidentes». Aquellos que no tienen trascendencia para la seguridad son clasificados como nivel 0 (por debajo de la escala) y son denominados «desviaciones».

A raíz del incidente, la Diputación alavesa exigió el domingo explicaciones sobre el accidente ocurrido la semana pasada en la central nuclear de Santa María de Garoña, percance denunciado una vez más por el movimiento ecologista.