Prometía mucho la contienda que iba a enfrentar a Villarreal y Arsenal en El Madrigal. El recuerdo de la semifinal que ambos disputaron en 2006 inundaba todos los rincones, pero la gran mayoría de protagonistas eran completamente distintos. El choque fue muy intenso, disputado y con una parte para cada uno. En la primera, los locales fueron superiores a los gunners y consiguieron ventaja en el luminoso, pero tras la reanudación los ingleses mostraron un dominio abrumador.

El empate a uno se puede considerar como justo en una mala noche para los dos jugadores vascos sobre el césped. Manolo Almunia, que ya ha anunciando que definitivamente obtendrá el pasaporte inglés para poder jugar en la selección que dirige Fabio Capello, salió de inicio en un campo que convirtió a su archienemigo Jens Lehmann en una leyenda del Arsenal.

Ante la atenta mirada de familiares y amigos, el iruindarra buscaba revindicarse ante un equipo de la Liga española. No tuvo tiempo, ya que a los tres minutos chocó con Giuseppe Rossi y se dañó el tobillo. Recibió la atención médica para continuar sobre el campo. Lo intentó y poco pudo hacer Almunia en el golazo que anotó Marcos Senna. El medio hispanobrasileño hizo una nueva exhibición de su disparo de media distancia y colocó el balón en la escuadra. Se da la circunstancia, además, de que Senna fue uno de los grandes objetos de deseo de Wenger el pasado verano.

Antes de llegar al ecuador de la primera mitad, Almunia dejó su sitio a Fabianski. El joven polaco demostró ser un meta con mucho futuro con una gran intervención ante Capdevila. Eran los mejores minutos del submarino amarillo, pero no lograron aumentar su ventaja. El otro vasco en el partido, Joseba Llorente, se movió bien entre líneas pero no gozó de oportunidades para perforar el arco rival.

Tras el descanso, el Arsenal -que también perdió a Gallas por lesión- ofreció otra imagen. Las ocasiones se sucedieron hasta que Adebayor, con un remate acrobático, empató el choque. El botín pudo haber sido mayor para los londinenses, pero las continuas decisiones erróneas de Nasri limitaron sus opciones.

El Oporto enseña los dientes

A priori, viendo los emparejamientos de cuartos, el duelo entre el United y Oporto parecía tener claro color inglés. Nada más lejos de la realidad. Los lusos dieron un recital en Old Trafford, pero no pudieron ganar. Significativo detalle sobre la enjundia del actual campeón. El `cebolla' Rodríguez adelantó al Oporto, Rooney y Tévez pusieron la remontada de los red devils, pero Mariano González firmó el dos a dos al final.