Cristianos vascos de base se suman a una carta crítica con el actual rumbo de la Iglesia católica
A.G. |
Un centenar de cristianos de base y teólogos vascos se ha sumado al documento ``Ante la crisis eclesial'' hecho público el pasado miércoles, en plena Semana Santa, para alertar por «la pérdida de credibilidad» de la Iglesia católica. Los firmantes, que llegan a 300 entre quienes lo han respaldado también en el Estado español, estiman que las causas principales de esta crisis «es la infidelidad al Vaticano II y el miedo ante las reformas» por buena parte de la Curia.
«Este descrédito puede servir de excusa a muchos que no quieren creer, pero es también causa de dolor y desconcierto para muchos creyentes», declaran. «Crisis graves no han faltado nunca en su historia -en referencia a la Iglesia-, y la actual puede dolernos pero no sorprendernos. Toda crisis es siempre una oportunidad de crecimiento, si sabemos en estos momentos no avergonzarnos del Evangelio».
Entre quienes rubrican el documento público, que confiesan que lo hacen por la situación «extraordinaria» que vive la Iglesia actual, se encuentran el senador del PSOE Imanol Zubero, los diputados vizcainos Juan Mari Aburto y Josu Madariaga, el teólogo y profesor de la Universidad de Deusto, Jose Aguirre; Angel Toña, economista vinculado a la mediación de conflictos laborales. Además, el escrito lo firma Bittor Uraga, que dimitió de la secretaria del Consejo Pastoral Diocesano de Bizkaia tras el nombramiento por Roma del actual obispo auxiliar de Bilbo, Mario Iceta.
«Incapacidad de escuchar»
Reivindican «la urgente reforma del entorno papal» y critican la «incapacidad para escuchar» de la jerarquía que rodea a Benedicto XVI. Se denuncia además la «doble actitud de mano tendida hacia posturas lindantes con la extrema derecha autoritaria, aunque sean infieles al Evangelio e incluso ateas, y de golpes inmisericordes contra todas las posturas afines a la libertad evangélica».
A pesar de su actitud crítica con la trayectoria de la actual jerarquía, estos católicos confiesan que no van a romper con ella, «porque la Iglesia a la que amamos es mucho más que Curia romana», y la defienden como «plataforma de palabra libre».