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Las canciones del Frente Popular

«París, París»

El director Christophe Barratier y el actor Gérard Jugnot vuelven a reunirse al calor del éxito conseguido con «Los niños del coro», pero contando esta vez con un presupuesto cuatro veces mayor para recrear los días del Frente Popular. «París, París» tuvo cinco nominaciones a los premios César, aunque su reparto coral es de lo que merecen un premio conjunto, con mención especial para el veterano Pierre Richard, que se encarga de dirigir la orquesta.

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Mikel INSAUSTI | DONOSTIA

A Gérard Jugnot y su colaborador Christophe Barratier les va de maravilla con el cine retro, seguramente porque el mercado francófono conoció sus mayores glorias en tiempos lejanos, a la vez que el pasado histórico anterior y posterior a la Ocupación es una fuente inagotable de ficciones. Para la realización de su anterior éxito conjunto se basaron en un viejo y poco conocido filme de 1945 titulado originalmente «La cage aux rossignols», lo que permitió que «Los niños del coro» fuera un descubrimiento para el público de todas las edades.

Pero, en realidad, Gérard Jugnot ya había ensayado ese tipo de personaje nostálgico en una película anterior que él mismo había dirigido, y que los distribuidores recuperaron después. En «Monsieur Batignole» encarnaba a un pequeño comerciante dispuesto a hacer negocio en los tiempos del colaboracionismo, cuando las detenciones de los judíos permitían hacerse con sus posesiones, hasta que el destino le pone en el camino de un niño judío al que ha de salvar del campo de concentración.

Era un tipo ciertamente entrañable, lo mismo que el profesor de canto de «Los niños de coro», y cuya bonhomía la hereda ahora el tramoyista de «París, París», un trabajador del teatro en paro que ha de hacerse cargo de su pequeño hijo acordeonista, aunque si el crío sigue tocando en las calles para ganarse la vida pueden quitarle la custodia, lo que ayuda a crear una constante desazón entre los espectadores, sorteada una y otra vez gracias al optimismo incurable de este buen hombre.

«París, París» es una fantasía que rinde homenaje a la ciudad del Sena en su vertiente más nostálgica, dentro de una idealización que mira hacia atrás para recuperar unas estampas típicas y un costumbrismo sentimental que ya se ha perdido. El soñado barrio de Faubourg, con su rutilante teatro Chansonia, es la recreación de la quintaesencia de lo que significó el Frente Popular, como un estallido de esperanza para la clase obrera.

La acción se sitúa en el año 1936, con un grupo de trabajadores que cree en hacer posibles sus ilusiones colectivas para sacar adelante una empresa autogestionada. Entre todos ellos crean un espectáculo de music hall, convencidos de que contarán con el apoyo de sus convecinos, que acudirán a ver la obra y así salvarán al Chansonia de la quiebra.

En efecto, el musical es un éxito, pero deberán permanecer unidos y luchar frente al antiguo patrón, un fascista que no se conformará con ver cómo le han crecido los enanos del circo. El papel del malo de la función recae en el siempre torvo Bernard-Pierre Donnadieu, quien tiene como protegida a la cantante Douce, a la que Nora Anezeder dota de un encanto que no pasa desapercibido a los cooperativistas teatrales, sobre todo al electricista que encarna Clovis Cornillac, que es el sindicalista del grupo y cuya debilidad son las mujeres.

En la prueba para dar el visto bueno a la chica también están presentes sus socios, ya que al lado del protagónico Gérard Jugnot destaca no menos Kad Merad, un cómico singular al que no se pudo contemplar en todo su potencial en la fallida «Bienvenidos al norte», pero que aquí borda la caricatura del hombre-anuncio del remozado local. Para dar vida al director de la orquesta se ha recuperado al veterano Pierre Richard, en una pose melómana de loco de la radio que inunda el lugar con sus melodías. Ellos conforman la parte más visible del reparto coral de «París, París», que, sin ser lo que se entiende por un musical, está repleto de números interpretados por los artistas que desfilan por el escenario del Chansonia. Quienes se han encargado de recrear las canciones son el músico Reinhardt Wagner y el letrista Frank Thomas.

AQUELLOS TIEMPOS

«Hoy también existe la lucha obrera, sí. Pero es completamente diferente. Hoy ya no se trata de alcanzar un sueño sino de conservar lo poco que tenemos. En los años 30, los obreros cantaban y sonreían en sus protestas. Hoy las huelgas son mucho más trágicas», explica Christophe Barratier.

Gerard Jugnot, más allá de actor, también escribe guiones, produce y dirige

Gérard Jugnot se dio a conocer como actor dentro del grupo teatral Splendide, del que también formaban parte Christian Clavier, Michel Blanc, Thierry Lhermitte o Josiane Balasco. Al igual que todos ellos no tardó en triunfar en el cine, en su caso de la mano del director Patrice Leconte, cuya primera etapa estuvo dedicada a la comedia. Además de actuar, Jugnot escribe guiones, produce y dirige. Entre sus películas más conocidas está «Boudu», un remake del clásico de Renoir, y, por supuesto, «Monsieur Batignole». Ahora rueda «Rosa y negro», sobre la Inquisición. Mikel Insausti

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