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DERBI Eibar y Real se enfrentan en Ipurua

Habrá muñeca, balón o quizás ninguno de los dos

Con objetivos diferentes pero la misma necesidad, Eibar y Real no entenderán de amigos en un derbi que, en el caso local, adquiere tintes dramáticos.

Amaia U. LASAGABASTER | EIBAR

Como a los niños en Olentzero, también a la afición le toca elegir en el derbi que enfrentará mañana a Eibar y Real (Ipurua, 18.30 horas, ETB1). No en vano el envite entre los dos equipos guipuzcoanos, lamentablemente, tiene más de drama que de fiesta. Ni siquiera la diatriba del «muñeca o balón» es suficiente: el que pierda puede quedar sentenciado, pero el que gane tampoco tiene asegurada la meta.

Especialmente crítica es la situación de los locales, con pie y medio en Segunda B, tras una penosa racha que les ha colocado a ocho puntos del Córdoba, primer equipo por encima del descenso. El margen de error se ha reducido a la mínima expresión para los azulgranas, que están obligados a ganar, como mínimo, en siete de las últimas once jornadas.

Aunque su trayectoria es totalemente opuesta, con cuatro victorias y un empate, tampoco puede aflojar lo más mínimo la Real, que corre el riesgo de que el tren de cabeza se le escape definitivamente. No hay opción al fallo, por tanto, en ninguno de los dos bandos.

Y sin embargo, hay quien es capaz de ver el vaso medio lleno. Los dos vasos, para más colmo, por muy complicado que parezca. «Quedan muchos puntos y lo que ahora parece muy difícil, puede dar la vuelta», asegura Josu Uribe. «Con el Getafe -equipo al que ascendió a Primera-, a falta de once jornadas estábamos a cuatro o cinco puntos de los de arriba y acabamos sacando cinco al cuarto. Queda mucho, más de treinta puntos, así que es posible. Aunque es evidente que tienes que hacer un sprint final muy, muy bueno», admitió.

Un sprint que, evidentemente, y por mucho que a la Real «le desee lo mejor a partir del domingo», el entrenador asturiano espera que su equipo inicie mañana mismo. Para eso tiene que «hacer un partido difícil para el rival. En la línea de lo que hicimos ante Salamanca y Rayo, aunque aquellos partidos los acabamos con menos puntos de los que deberíamos haber sumado. Tenemos que darlo todo y hacer que sea un partido muy difícil para la Real».

Algo que, por otra parte, es lo que espera Juanma Lillo. El tolosarra, no muy apreciado en Ipurua, no pudo evitar referirse a los tópicos que siempre rodean al Eibar. Y aunque reconoció que «no tiene por qué ser así, lo cierto es que ocurre. Los tópicos se ven afirmados en muchas ocasiones». El entrenador txuri urdin espera ver a una Real «mandona con el balón. Y si no es posible, hay que estar preparado para lo otro». Es decir, para hacer frente al juego de un rival que «nunca está fuera de los partidos, no abandona nunca e intenta imponer su estilo».

Sólo habrá tres bajas en el equipo azulgrana

Josu Uribe ni se lo cree. «En parte hasta es una mala noticia porque tengo que descartar gente que está entrenando muy bien», aseguró el técnico que, toda una novedad, sólo cuenta con tres bajas.

Salvo disgusto de última hora -el equipo entrena hoy a puerta cerrada-, Tiko, Romero y el sancionado Insa serán los únicos que se pierdan el choque, una vez recuperados Cases, Germán, Rekarte y Arruabarrena, que ayer probó el vendaje especial para su brazo.

Por parte de la Real, Lillo pierde a Sergio Rodríguez, pero parece que podrá contar con Gerardo, quien ya anotara el año pasado de penalti el 0-1 definitivo.

A.U.L.

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